jueves, 11 de julio de 2013

CURSOS DE VERANO - AETAIKI AIKIKAI DE ESPAÑA...

     Para los que este año no se han aplicado bien y los haya quedado alguna asignatura pendiente de recuperar, estos son los cursos confirmados por la Asociación Española de Técnicos de Aikido - Aikikai de España:

JULIO 2013

13 - Cistierna (León) - David Sánchez Arévalo (5º Dan)

27 - 28 Trías (Lanzarote) - Eduardo J. Hernández (5º Dan)

AGOSTO 2013

5 - 11: Sierra de Guadarrama (Madrid) - Ricardo Ledesma (6º Dan) + Sergio Torres (4º Dan)
(Curso de Instructores y Fukushidoin, Shidoin)

5 - 10: Santoña (Cantabria) - Guillermo Pérez (5º Dan)

9 - 11: Cangas de Narcea (Asturias) - Roberto Sánchez (6º Dan) + Angel Luis Martinez (5º Dan)



AIKIDO HOLÍSTICO...

     Brujuleando por la red, he encontrado este artículo de Santos Nalda, que me ha parecido interesante así que he dicho vamos a compartirlo con el que quiera leerlo...

AIKIDO HOLÍSTICO

     ¿Qué es realmente el Aikido? ¿Un arte marcial...? ¿Un arte de paz...? ¿Un método de educación global del individuo...?

     No se puede responder acertadamente a estas preguntas si no conocemos bien las enseñanzas de Ueshiba, y aún así corremos el riesgo de no interpretarlas en su verdadero sentido.

     La lectura reposada de sus escritos desde un estado de objetividad voluntariosa, nos hace comprender que su creador quiso que el Aikido fuese algo más que un simple método de combate cuerpo a cuerpo.

     La enseñanza del Maestro Ueshiba es intemporal, no caduca y permanece de plena utilidad en su tiempo y en el nuestro, en el que las necesidades y expectativas del siglo XXI hacen aún más conveniente un enfoque global e integrador del Aikido para convertirlo en una escuela de vida y una forma de vivir. Limitar al ejercicio al adiestramiento físico y técnico de las destrezas de combate cuerpo a cuerpo no parece que fuera la intención de su creador, a juzgar por los principios filosóficos, estratégicos, éticos sociales y espirituales que señalaba como las cualidades que debían caracterizar al aikidoka.

     Cumplir las propuestas reflejadas en los escritos de Ueshiba respecto de este arte, sólo es posible si se contempla su práctica desde un punto de vista holístico, que busca la mejora y participación de todas las facultades del individuo en su vida cotidiana.

     Enfoque Holístico
     La palabra "holístico" viene del griego "holos" que significa: todo, entero, total, totalidad, indicando que una ciencia, un arte, una disciplina, etc y sus propiedades, han de analizarse en su conjunto, y no sólo considerando las partes que la comparten. Dada la amplitud de las exigencias requeridas en el ámbito físico, mental, anímico, ético y espiritual expuestas en los escritos de Ueshiba para el correcto aprendizaje y vivencia del Aikido, podemos intentar hacer una exposición o enfoque holístico, que nos oriente en la mejora de todas las aptitudes de la persona como ser social. Todo intento por encontrar un método de educación global acorde con la esencia de este arte de guerra o de paz, merece ser reconocido y apoyado por aquellas personas cuya experiencia en la enseñanza de esta disciplina tengan algo que decir o añadir al descubrimiento común.

     Para los practicantes del siglo XXI, este tipo de información ha de tener en cuenta las múltiples facetas que componen la personalidad humana y que en nuestro caso podrían ser:

     * La inteligencia corporal (movimientos, sensaciones, cualidades físicas, etc).
     * La destreza técnica (el mejor modo de usar el cuerpo y su energía).
     * La inteligencia mental (pensamientos, ideas, creencias, creatividad, etc).
     * La inteligencia emocional (gestión de las emociones y de los sentimientos).
     * La inteligencia social (el mejor modo de relacionarse con los demás).
     * Los principios éticos y filosóficos específicos del Aikido.
     * La inteligencia espiritual, con o sin connotaciones religiosas.

     ¿Qué es la inteligencia espiritual?
     Es ante todo un tipo de conocimiento intuitivo ó reflexivo, que trasciende el ámbito físico y material y nos ayuda a buscar y comprender el sentido de la vida, y experimentar estados de conciencia elevados, afrontar mejor las adversidades y el sufrimiento, ordenar la existencia según una escala de valores, tener consciencia de la relación con lo trascendente, y según la psicóloga Frances Vaughan, nos ayuda a desarrollar la sensibilidad intrapersonal e interpersonal, a fin de entender el mundo, a los demás y a nosotros mismos, razones por las que muchos autores consideran este tipo de inteligencia como la más elevada de todas.

     Volviendo al enfoque histórico del Aikido, justo es reconocer que esta forma de conceptuarlo no es una iniciativa original, puesto que con anterioridad el Judo del Maestro Kano se propaga en su origen como una forma de educación global del individuo y no solamente como un deporte de lucha. Tomar partido por esta forma de entender y asimilar el Aikido nos convierte en pioneros y divulgadores de un método de formación extremadamente provechoso para el aikidoka al ocuparse del desarrollo de todas sus facultades en beneficio de la sociedad en que vive, cada vez más volcada en procesos de naturaleza "global".

     Abordar este educación requiere establecer un método integrador y coherente de todos los tipos de inteligencia humana señalados, que jalonen de manera progresiva el acceso a este conocimiento de las potencialidades personales.

     Pedagogía Holística:
     El objetivo de esta enseñanza es señalar el nuevo paradigma educativo, basado como ya se ha dicho en una visión holística del ser humano. Los análisis de los sociólogos de todos los países revelan que la humanidad está experimentando un cambio de época irreversible, en la que ya no valen las directrices actuales y las futuras aún no se han revelado, es decir, no sabemos muy bien hacía donde vamos.

     Ante esta incertidumbre se hace cada vez más necesario diseñar las bases de un modelo de formación integral, sustentado en aquellos valores imperecederos que han beneficiado a la humanidad en todas las épocas, encaminadas a formar personas y constructores de nuevos caminos, desde el respeto al que les ha conducido hasta el presente. La pregunta se plantea así ¿Es aceptable y operativo seguir enseñando Aikido como se ensañaba hace cincuenta años, justificándose en el respeto de la tradición, tras la que se escudan una gran mayoría de profesores en la actualidad?. La metodología tradicional en la mayoría de los dojos está centrada exclusivamente en atender las cualidades físicas y técnicas del alumno, todo lo demás no se entiende, argumentando que el profesor de Aikido no es ningún "gurú", ni un maestro de vida... y que al dojo no se va a escuchar discursos filosóficos.

     ¿Entonces sólo es un entrenador de técnicas de combate?. Si es así, ¿porqué al describir este arte decimos y escribimos que es una escuela de vida, de armonía, de Paz, de amor...? ¿Acaso es razonable creer que sólo adiestrándose en las técnicas de ataque y defensa, todas las buenas cualidades (mentales, anímicas, éticas, espirituales, etc) que han de conformar la personalidad del aikidoka llegarán de forma milagrosa? ¿Se puede ensañar y practicar Aikido ignorando que todos los recursos y facultades del aikidoka están en la interdependencia e interacción permanente?

     El alumno del siglo XXI es diferente al de hace cincuenta años, así como su entorno vital, sus necesidades y expectativas, no es un receptor pasivo de la información, sino un protagonista activo de su propio proceso de superación, y en razón de ello necesita que el profesor le oriente y le ofrezca pautas de formación integral a través de la disciplina que practica, ampliando el contenido de los programas de enseñanza a todos los ámbitos que conforman la globalidad de la persona. Estas reflexiones nos llevan a sentir la necesidad de establecer un programa que contemple todos los ámbitos citados al principio de este escrito e integrados de manera lógica, coherente y progresiva en las clases ó entrenamientos de Aikido, para qué su práctica se realice atendiendo el factor mental, el anímico, el estratégico, el relacional, el ético y el espiritual.

     Detallar y armonizar los aspectos propios de cada apartado debería ser tarea de un equipo multidisciplinar de expertos de Aikido, con amplios conocimientos sobre cada una de las materias citadas. Resultaría de gran beneficio para el Aikido del siglo XXI que cada vez más aikidokas con inquietudes y deseos de enriquecer este arte en el sentido deseado por su fundador se atrevieran a proponer iniciativas, conocimientos y ejercícios susceptibles de conformar un programa holístico verdaderamente provechoso.

EL BUDOKA 2.0
(Revista nº 16 Julio/Agosto 2013)
José Santos Nalda (5º Dan)