sábado, 22 de mayo de 2010

Gracias Sensei Jara.

Intentando buscar alguna manera de agradecer públicamente a mi Sensei, Migel Angel Jara, los muchos años de aguantarme y padecerme en los entrenamientos del día a día, me puse manos a la obra para intentar escribir un articulo maravilloso y espectacular (y por que no decirlo, también con un toque de peloteo) para que supiera lo mucho que sus alumnos admiramos y respetamos el trabajo que está haciendo con nosotros. (Estas cosas no se pueden decir para que no se nos suban a la cabeza); pero como creo que no es el caso y además me apetece mucho hacerlo desde mi blog lo escribí. Después de escrito me di cuenta que eso no cuadraba con la forma de ser de mi Maestro. El es un Artista Marcial cosagrado, fiél desde hace muchos años de sus convicciones y que tiene muy claro el camino a recorrer. Sincero en su enseñanza y un apasionado del Aikido y sobe todo de O´Sensei. Y, como dijo aquella, "buscando en el baúl de los recuerdos..." encontré este artículo de Filosofía de la revista DOJO de hace ya bastantes años que define muy bien al Maestro con el que practico y el camino que trata de enseñarnos a recorrer.

El Zazen - La postura del despertar

Según el gran maestro Zen Taisen Deshimaru, "el Zazen es el secreto del Zen", ya que practicado todos los días es muy eficaz para lograr un gran desarrollo de la intuición y de la energía interna (el Ki), es la postura del Despertar.

El Zazen o meditación, nace directamente de las raíces hindúes del Budismo y de las chinas del taoísmos alquímico, los antepasados del Zen. A esta práctica, muy común en todas las escuelas de yoga, se la denomina en sáncrito hindú: Dhyana, y significa estar sentado en meditación, llevando una respiración especial (iki-oi) y teniendo una especial actitud espiritual, totalmente apacible, estable y natural. Aunque la meditación se realiza comúnmente en varias escuelas espirituales, cuando esta práctica se combina con el Koan, adquiere un carácter especial y se convierte en exclusiva del Zen.

Para los adeptos al Zen la práctica del Zazen es importantísima, pues piensan que la acción sin sabiduría es un error, ya que lo que se debe saber primero es como es el mundo en realidad y no tan sólo el reflejo irreal que vemos cotidianamente. Por lo tanto, el Zazen absorbe la realidad del mundo sin forjarse previamente un modelo y sin crear categorías, simplemente recibe la realidad como es. Como ejemplo diré que para los zenistas sólo existe el momento, el presente, ya que el futuro todavía ha de llegar y el pasado sólo está en la mente, en los recuerdos, pero ya no existe.

Aunque el Zazen es importantísimo para todo zenista, para los de la escuela Soto constituye la verdadera realización del conocimiento, y no tan sólo un medio para obtener el Despertar a la iluminación: el Satori.

Existen dos tipos de posturas del Despertar: una usada exclusivamente por los practicantes Zen, que es la llamada "posición de loto" (en sánscrito: Padmâsana, ya que también es usada por los adeptos al Yoga); y otra usada, además de por los practicantes Zen por los artistas marciales de procedencia o desarrollo japonés, que es el Seiza o postura arrodillada.

La "postura del loto":
Esta postura se realiza sentándose previamente sobre un cojín redondo llamado zafu. Una vez aposentado, con la columna vertebral erguida, la cabeza recta, con los ojos levemente abiertos, y el cuerpo relajado, se cruzan las piernas, teniendo cuidado de colocar ambos pies sobre los muslos contrarios, al tiempo que se apoyan las rodillas firmemente en el suelo. ("Se empuja la tierra con las rodillas y el cielo con la cabeza").

En el caso de no poder colocar los pies sobre los muslos, se pueden recoger los pies, uno encima del otro, frente al cuerpo (es lo que se llama en sánscrito: Siddhâsana, o "postura perfecta"), o, incluso recoger simplemente las piernas frente al cuerpo (es la "posición del sastre", Sukmâsana, en sánscrito), aunque es importante el hacer correctamente el Padmâsana, ya que los pies presionan la zona muslar que incide en los puntos acupunturales correspondientes a los meridianos del hígado, la vesícula y el riñón, que son centros de energía, lo cual dota al practicante de una mejora del Ki. Una vez en posición se recogen las manos con las palmas hacia arriba, la izquierda sobre la derecha, esto es, apoyando el dorso de la mano izquierda sobre la palma de la derecha, teniendo especial cuidado de que los pulgares de ambas manos se toquen por sus puntas, colocándolos en posición horizontal, como si un dedo fuera la continuación del otro. Este conjunto, formado por ambas manos, se colocan entre los muslos contra el abdomen, para formar una comunicación y, a la vez, un circuito en el Saika-Tanden, lo que los chinos llaman Tan-Tien, "el campo de cinabrio" o almacén de energía, que se encuentra a unos tres dedos por debajo del ombligo y un quinto de la distancia entre la superficie ventral y a lumbar hacia el interior del cuerpo.

Una vez hecho esto, la espalda cae con naturalidad, se coloca la lengua tocando el paladar, con la punta tocando los dientes incisivos, para evitar la pérdida de aire, oclusando de esta forma la boca en su totalidad. La mirada, con los ojos semicerrados, se sitúa al frente, fijándola en el vacío a un metro de distancia, aunque la atención debe dirigirse hacia el interior, no hacia el exterior, concentrándonos en lo que ocurre en nuestro cuerpo. La práctica meditativa del Zazen en la postura del loto, se realiza con actitud completamente pasiva y suele durar como mínimo una hora, constituyendo el método práctico predominante en la prácitca espiritual de Oriente, ya que aparece en muchas escuelas doctrinales y espirituales.

La postura arrodillada:
En Japón el Zazen se suele realizar en Seiza, esto es, de rodillas, y, aunque se sigue el mismo camino y el mismo fin que la posición de piernas cruzadas, dura menos tiempo y la incomodidad suele ser menor. La postura se realiza de la siguiente forma: el sujeto se arrodilla en el suelo con las rodillas separadas aproximadamente la distancia de los hombros, con los pies juntos y extendidos hacia dentro, apoyando la longitud de los empeines en el suelo, formando el conjunto de las rodillas, las piernas y los pies un triángulo; seguidamente se sienta apoyando los glúteos sobre los talones, manteniendo en todo momento la columa vertebral erguida, la cabeza recta, la mirada al frente y el cuerpo relajado.

Cuando se ha completado la posición se recogen las manos con las palmas dirigidas al cielo, apoyándolas con naturalidad sobre los muslos, la mano derecha sobre el muslo derecho y la izquierda sobre el izquierdo. Como en el caso de la "postura del loto", la lengua sube al paladar y la mirada se fija en el vacío a un metro de distancia. La práctica meditativa se realiza también en actitud pasiva pero la meditación se realiza mucho menos tiempo, desde un minuto a diez, o incluso más. A la concentración mental, o meditación, que se realiza en Seiza, se suele llamar por los artistas marciales japoneses que la usan: Mokuzo, usándola para liberar el espíritu y concentrar toda la energía en el Saika-Tanden.

Homenaje al Sensei "Miguel Angel Jara"

Gracias Maestro... Gracias Amigo





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