martes, 7 de diciembre de 2010

Los 5 espíritus del budo...

     En budo existen cinco "espíritus" fundamentales: SHOSHIN, ZANSHIN, MUSHIN, FUDOSHIN Y SENSHIN. Se trata de conceptos muy antiguos y prácticamente olvidados en los modernos dojos de aikido. El budoka que se toma el tiempo para entender las lecciones de estos cinco espíritus con su corazón madurará para convertirse en una persona y artista marcial fuerte y competente. El alumno que no dedica el tiempo para conocer y abrazar estos espíritus siempre presentará carencias en su entrenamiento.

Shoshin

     El estado de shoshin es el estado de la mente del principiante. Es el estado de atención de aquel que permanece siempre completamente consciente, atento y preparado para verlo todo como si fuera la primera vez. La actitud de shoshin es esencial para aprender constantemente. O Sensei dijo una vez lo siguiente:

     "No esperéis que sea yo quien os enseñe. Debéis robar las técnicas por vosotros mismos."

     El estudiante debe de tomar un papel activo en cada clase, observando todo con la mente de Shoshin para poder "robar" la lección de cada día.

Zanshin

     El espíritu de zanshin es el estado de un espíritu constante y persistente. A menudo se lo describe como un estado sostenido y elevado de consciencia y constancia mental. En Aikido zanshin puede definirse como el estado de consciencia anterior, durante y posterior a la ejecución de una técnica, donde se establece un enlace o conexión entre uke y tori. Zanshin es el estado mental que nos permite permanecer conectados espiritualmente, no tan sólo a un único atacante, sino a múltiple atacantes e incluso a todo un contexto, un espacio, un tiempo o un suceso.

Mushin

     El manual de las "Escuelas de Aikido Ueshiba" define mushin como un estado de "no mente, mente sin ego. Una mente como un espejo que refleja y no juzga". El término original para referirse a ushin era "mushin no shin" que significa "mente de la no mente". Se trata de un estado mental sin miedo, ira o ansiedad. A menudo se describe el mushin con la frase "mizu no kokoro" que significa "mente como el agua". La frase es una metáfora que describe al lago que refleja claramente su entorno cuando se encuentra calmado pero cuyas imágines se distorsionan cuando lanzamos una piedra a sus aguas.

Fudoshin

     Es la valentía y la estabilidad que se muestra tanto mental como físicamente. Más que indicar rigidez e inflexibilidad, fudoshin describe una condición que nos ayuda a evitar que los pensamientos internos o las fuerzas externas nos afecten fácilmente. Nos permite recibir un fuerte ataque y mantener nuestro balance y compostura. Este estado nos permite recibir y ceder fácilmente, nos arraiga a la tierra y refleja la agresión devolviéndola a su origen.

Senshin

     Senshin es un espíritu que transciende los cuatro estados de la mente. Es un espíritu que protege y armoniza el universo. Senshin es un espíritu de compasión que abarca y sirve a toda la humanidad y cuaya función es reconciliar las discordias del mundo. Mantiene la santidad de la vida. Es la mente del Buda y la percepción de O´Sensei de la función del aikido.

     Abrazar completamente el estado de senshin es esencialmente el equivalente a llegar a un estado de iluminación y puede separar perfectametne el alcance del entrenamiento diario en aikido. En cambio, los primeros cuatro espíritus pueden ser alcanzados muy probablemente por el estudiante serio a través de la atención constante y el trabajo duro. Alcanzar estos estados mentales pueden recompensar al estudiante en multitud de formas.

     Shosin puede liberar al estudiante de las frustantes barreras del aprendizaje, proporcionándole la visión para ver aquellas cosas que le pasaban inadvertidas anteriormente. Zanshin puede elevar la propia conciencia mejorando nuestro rendimiento en randoris y el entrenamiento libre. Mushin puede liberar al estudiante de la ansiedad que se genera en situaciones de presión permitiéndole un mejor rendimiento en las situaciones que les ponen a prueba. Fudoshin, proporciona la confianza para defendernos ante ataques físicos que aparentamente deberían superarnos. El aikidoka serio debería encontrar la forma de incorporar estos espíritus del aikido en su entrenamiento diario.

aikido.es

La frase del mes...

Morihei Ueshiba

     El cuerpo es la unificación concreta de lo físico y lo espiritual creado por el Universo. Respira la esencia sutil de éste y se hace un solo cuerpo con él; de esta manera, el entrenamiento es el adiestramiento en el camino de la vida humana. En el entrenamiento, la primera tarea es disciplinar continuamente el espíritu, agudizar el poder de concentración, unificar el cuerpo y la mente. Estos son los cimientos del desarrollo de waza, que a su vez se despliega indefinidamente a través de nem.

     Nem no está nunca preocupado por ganar o perder y crece cuando se conecta adecuadamente con el Ki del Universo. Cuando esto sucede, nem se convierte en un poder sobrenatural que ve con claridad todas las cosas del mundo. Esta es la verdad de ganar sin combatir.

Aikido: El Maestro y el método.

Narraciones...

Los 3 hermanos

     Un viejo guerrero Samurai, que en su juventud logró sobrevivir a los embates de diversas guerras entre señoríos, presintió que sus días en este plano de vida se terminarían, y decidió dar lo poco que tenía a sus tres únicos hijos, los cuales también eran samurais, pero de un nivel de pelea muy básico.

     Como él presentía que su destino con el TAN TIEN  se acercaba decidió que no sería posible enseñar Kenjutsu por completo a sus tres hijos y esto lo puso muy triste pues sin duda después de su partida ellos serían presa fácil de otros guerreros de mayor nivel.

     Mientras se preparaba espiritualmente en meditación para su partida, le llegó una visión y una forma de dar el último legado a sus jóvenes hijos.

     Mientras hacía un recuento de las posesiones en armas que tenía y al observar las flechas que había forjado años antes como regalo para sus hijos. (las flechas tienen una simbología muy particular para los Japoneses pues denotan el vehículo con que se trasladan los deseos y las metas, y su objetivo es no regresar del lugar de donde salieron) así comparó los deseos que dejaría como último legado para sus tres hijos.

     Días más tarde convocó a los tres para dar sus bendiciones y para heredarles lo que les correspondiese a cada uno y durante ese momento dijo:

     "Se que ustedes seguirán mis pasos como guerreros y se que aún son muy jóvenes e inmaduros en las artes del sable, no obstante que sus técnicas son complementarias y que solo les enseñé a atacar y no a defender, les tengo una herencia más por darles. Sepan que en estas flechas está el secreto para que ustedes puedan ser invencibles a pesar de que solo saben técnicas de ataque".

     Los tres muchachos se quedaron sorprendidos, se miraban entre si, pues no sabían como tres flechas habrían de hacerlos invencibles. El anciano se sonrió y les entregó una flecha a cada uno de ellos, los chicos las miraron y quedaron más confusos pues las flechas no parecían tener alguna cualidad superior y uno de ellos dijo:

     "Padre gracias por tu regalo y por entregarnos estas flechas, pero dime ¿Cómo es que esta simple flecha me va a hacer invencible?".

     El anciano le dijo:
     "Si decides romper esta flecha con tus propias manos seguramente lo lograras sin ningún tipo de problemas, pero si juntas las tres te será practicamente imposible romperlas, juntalas de una sola vez e intenta romperlas romperlas tan solo con tus manos".

     El chico comprobó que su padre tenía razón pues a pesar de que eran simples flechas de madera duras y al juntar las tres no se podían romper. El anciano sonrió de nuevo al ver que ninguno de los tres pudo romper el grupo de flechas y continuó diciéndoles:

     "Así como el estilo de estas tres flechas es de solamente atacar su objetivo, el de ustedes es igual, pero pongan atención pues esta es la herencia más importante que les dejaré. Las flechas son indestrucctibles si se juntan pero si se deja una sola cualquiera podrá romperla, estas flechas representan a sus cualidades y a sus personalidades de combate, de igual manera, para que ustedes sean invencibles, siempre deberán pelear juntos y atacando de una manera definitiva y sin titubear, pues el día que decidan pelear solos será el último: rota una de las flechas las otras son más fáciles de romper. Esta es la manera de que los tres sean invencibles a pesar de que solo saben ataques y no defensas."

     Desde entonces ninguno de los tres hermanos se atrevió a pelear solo y desde ese momento juntos fueron invencibles.

     * Este precepto filosófico comprende la necesidad de estar unido para no ser derrotado.

Extraido de C.I. Aikido.

Cuentos Chinos . . .

Igual da una piedra

     La región de Sonsan, al sur de la península coreana, era a principios de este milenio un lugar próspero por su actividad comercial. Sitio de paso entre China y el Pacífico, Sonsan disfrutaba de un continuo trasiego de mercancías que estaba enriqueciendo a su población.

     Quien más, quien menos, todos se beneficiaban de la situación de Sosan, lo que afectó bastante al carácter de sus habitantes. Antaño, campesinos y leñadores, muchos se convirtieron en comerciantes, y esto también dio lugar a curiosas leyendas. Entre ellas destaca la tragicómica historia del avaro Pu Koc, que se había enriquecido vendiendo madera para la construcción de barcos, pero era de carácter tan conservador y mezquino que ahorraba todo el dinero que ganaba. Adoraba las monedas de oro, tanto que era incapaz de desprenderse de ellas; el dorado fulgor parecía tenerle hipnotizado. Contaban que su mayor pasión consistía en construir pirámides de monedas, que después derribaba; se deleitaba viendo cómo se desparramaban las brillantes monedas por toda la mesa, desbordándola y cayendo en una tintineante lluvia dorada. El desdichado Pu Koc en realidad no poseía oro sino que el oro lo poseía a él. Habitaba en el claro de un bosque, en un sobrio caserón feo e inhóspito, más parecido a un fortín que a un hogar. Un sólido muro erizado de cristales rodeaba su terreno, por el cual rodaban fieros perros semi-salvajes que tan sólo respetaban la mano que los daba de comer todos los días. No era pues de extrañar que los amigos de Pu Koc, si alguna vez los tuvo, llevaran años sin venir a verle. Nadie le conoció nunca mujer ni amante; su único amor era el dinero. Tampoco se le conocían grandes vícios, pues como él decía: ¡Mantener un vicio siempre es un despilfarro!. Incluso vestía atuendos sencillos, a menudo se trataba de ropa usada, comprada de ocasión.

     Su paranoia llegó hasta tal punto, que comenzó a creer que bandidos y vecinos estaban conspirando para asaltar su casa y robarle su tesoro. Así que una gélida mañana de invierno, cuando el sol aún no habñia salido, Pu Koc cargó su enorme bulto en una carreta: había metido casi toda su fortuna en el interior del gran baúl. Se ocultó bajo un amplio manto gris y azuzó a su mula por los caminillos del bosque. Tras más de una hora de camino, el avaro Pu detuvo la carreta y echó una mirada a su alrededor, sus ojos brillaban de desconfianza y temor. Estaba amaneciendo y no se veía ni la sombra de un alma, tan sólo algún búho animaba el fantasmagórico bosque. Bajó una pala y se echó a andar entre la frondosa maleza, trastabillándose con las nudosas raíces de los árboles y aguantando los arañazos y latigazos de las ramas. Con una energía extraordinaria, cavó un buen hoyo en mitad de ninguna parte, arrastró el pesado baúl hasta allí, lo enterró y cubrió el sitio de ramas y malezas. Por fin se  sentó en la carreta, agotado pero satisfecho. Según regresaba a su casa, sentía cómo le iba invadiendo una reconfortante sensación de seguridad y alivio.

     Pero al cabo de unos días, Pu Koc comenzó a echar de menos a sus brillantes monedas. El fuego de su existencia ya no relucía entre sus manos... Así que por lo menos una vez al día atravesaba medio bosque para llegar al tesoro enterrado, se sentaba encima y dejaba volar su fantasía para que bailara con las monedas escondidas. Pero esta curiosa peregrinación fue pronto observada por un joven leñador del lugar, quien al regresar a su cabaña solía ver al avaro sentado entre la maleza, con los ojos cerrados como en éxtasis. Al principio pensó que se trataba de un extraño ermitaño que vagaba por el bosque. Pero cuando descubrió su verdadera identidad, pues Pu Koc era famoso en toda la región por sus extravagancias, comenzó a sospechar de la presencia del tesoro en ese mismo lugar. Puesto que sabía que las mañanas del lunes Pu siempre iba al mercado de abastecimiento de madera, el leñador aprovechó uno de esos momentos para desenterrar el baúl y escapar de Sosan con el tesoro. Nunca más se supo de él por la región. Esa misma tarde el avaro hizo su peregrinación habitual, pero cuando llegó al escondrijo, tan sólo descubrió un profundo hoyo. Durante unos cuantos segundos se quedó totalmente paralizado, sencillamente no podía dar crédito a sus ojos. Pero al cabo de un instante lanzó un terrible alarido que acabó en sollozos. Se abalanzó dentro del hoyo y comenzó a arañar frenéticamente la tierra con las uñas, jadeando de rabia y de desesperación. Al cabo de unos minutos se desplomó agotado; era en vano, ahí no había más que raíces y escarabajos. Salió del hoyo, se tumbó en la hojarasca y comenzó a gimotear y a mesarse los cabellos.

     En aquel momento pasaba por ahí un campesino, el cual atraído por las lamentaciones del desdichado Pu Koc se sentó a su lado:

     -¿Qué le ocurre, buen hombre?
     -¡Me han robado mi tesoro!¡Lo tenía aquí enterrado!¡Mi oro!- respondió el avaro mientras derramaba lagrimones.
     -¿Y acaso ahora estáis cubierto de deudas?- Pu negó con la cabeza-. ¿Tal vez lo guardábais para el casamiento de vuestras hijas? - Pu volvió a negar con la cabeza. ¿Sin duda tenéis que pagar la curación de algún familiar gravemente enfermo?- y Pu sacudió de nuevo la cabeza. ¿Entonces por qué los guardábais con tanto celo y lloráis tanto su pérdida? ¿En qué pensábais gastarlo?.
     -¿Gastarlo? - Respondió el avaro estupefacto-. Mil diablos, ¿cómo que gastarlo?¡El dinero no llueve del cielo! ¡Nunca cogía nada!.
     El campesino comprendió la situación y, tras reflexionar un breve instante dijo: Esperadme un minuto... Creo que ya tengo la solución. Y se alejó andando, dejándo a Pu Koc con el alma en vilo. ¿Acaso sabía el campesino donde hallar su tesoro?, ¿tenía alguna pista? Al cabo de unos minutos regresó arrastrando una gran piedra que dejó de caer dentro del hoyo.
     Ya está. - dijo frotándose las manos. - Solucionado.
     ¿Cómo que solucionado?. - Saltó Pu indignado.- ¡No estoy para bromas pesadas!.
     - Calmaos. Puesto que nunca tocábais vuestro oro, bien podéis enterrar esta piedra, que os hará el mismo servicio...
     Y dicho esto, el campesino dio media v vuelta y se marchó sonriendo.

Revista DOJO nº 31

sábado, 27 de noviembre de 2010

Otro sueño cumplido. . .

     Después de mucho, pero que mucho, tiempo con ganas de entrenar en el Dojo del Maestro "Tomás Sánchez", cuando no era por unas cosas era por otras, se iba alargando en el tiempo y al final nunca nos decidíamos a ir. Por fin el Sabado conseguí entrenar en él junto con mi Maestro Miguel Angel Jara. No voy a negar que estaba un poco nervioso, puesto que la fama precede a las clases de los Sabados y no tenía muy claro si estaría a la altura. Pero, como siempre, nos lo pusieron muy fácil, el Maestro David Sánchez nos hizo sentir como en casa.

     Se nota el  buen nivel del grupo de los Sabados, lo cual es otro aliciente para  asistir más a menudo. En cuanto a si la clase fué dura . . . fijaros en los cristales y juzgar vosotros . . . a mí me hacía mucha ilusión asistir a una de ellas y por supuesto me encantó; así que no tardaré mucho tiempo en repetir la experiencia. Gracias a David por su exquisito trato con nosotros y a todos los que nos padecieron en las técnicas y por descontado !Hasta pronto¡.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Curso Maestro "Claude Pellerin". . .

     El pasado fin de semana del 30 y 31 de Octubre, fuí uno de los afortunados que pudímos degustar y saborear esa mezcla de ingredientes que solamente él es capaz de cocinarte y de servirte en bandeja de plata como los mejores chef. Utilizo este lenguaje para, de una forma distinta, para  intentar describir la crónica del curso realizado por el Maestro Claude Pellerin este fin de semana en Madrid. Esa combinación de elegancia, de pasión, de tranquilidad, de eficacia, esa paz que trasmite... ese atraer al centro... ese utilizar siempre las caderas...

     Sin duda alguna en distintos momentos del curso, es inevitable, me vino a la mente  Sensei Tamura porque sin duda alguna la forma de trabajar del Maestro Claude Pellerin, es un fiel reflejo de las enseñanzas de este gran Maestro que hemos podido disfrutar hasta hace tan poco tiempo. Su continuidad está garantizada con maestros como Claude Pellerin, que con tanto acierto, por lo menos desde mi humilde opinión, vienen impartiendo año tras año estos estupendos cursos.

     No voy a entrar en si hicímos Sankio, Irimi Nage, etc; simplemente fué una gozada disfrutar del Maestro y por supuesto de los compañeros que allí participamos con tan buen rollo. Agradecer como siempre a la organización el esfuerzo que realizan para que todo esté. una vez más, ideal para la práctica del Aikido.

     Por parte del grupo de Talavera, a tratar de poner en practica en el Dojo lo que nos ha intentado enseñar el Maestro Claude Pellerin, eso sí, siempre con una sonrisa.

     Gracias a todos y hasta que nos veamos en otra. . .

martes, 19 de octubre de 2010

Narraciones . . .

                                           El ladrón de conocimiento

Yang Lu Chan nació al comienzo del siglo XIX en el seno de una familia de campesinos. Desde joven no tenía más que una pasión: el Shuan-Shu, el arte del puño. Desde su infancia, frecuentó asiduamente las escuelas de artes marciales de la provincia y muy pronto alcanzó el rango de un experto de gran reputación. Pero los estilos que había practicado hasta entonces no les satisfacían. Sabía que desde la destrucción del monasterio de Shaolin, el arte del puño había lentamente degenerado en un método de combate que daba demasiada importancia a la técnica y a la fuerza muscular. A pesar de su busqueda por todos los rincones de la provincia, Ho Pei, no conseguía encontrar un Maestro susceptible de enseñarle un arte más profundo que le condujera a la Vía de la armonía.

Su desesperación llegó a su término cuando oyó hablar del Tai Chi Chuan, arte que empezaba a ser popular en otra provincia, Honan.

Abandonó a sus padres y amigos, Yang emprendió un viaje a pie de más de 800 km, para dirigirse a la patria del arte que deseaba estudiar. Aprovechando un momento de oportunidad entró en los circulos cerrados de practicantes de Taichi. En el curso de sus conversaciones con ellos, un nombre volvía continuamente a su mente: el del Maestro Chen Chang Hsiang. Este hombre pasaba por tener el "Kung Fu" más perfecto de su época. Desgraciadamente enseñaba exclusivamente a los miembros de su familia, en el más estricto secreto.

Yang pensaba que después de un viaje tan largo tenía que estudiar con el mejor Maestro. Hábilmente consiguió interesar en casa de la familia Chen como criado. De esta manera, cada día se las arregló para espiar secretamente el entrenamiento familiar bajo la guía del patriarca. Cuidadosamente disimulado, observaba atentamente los movimientos, bebía las palabras y los consejos del Maestro. Después, durante la noche, cuando todo el mundo dormía, se ejercitaba en hacer lo que había visto durante el día y pulía incansablemente los encadenamientos de movimientos que había aprendido los días precedentes.

Su espionaje continuó durante varios meses sin despertar sospecha... hasta que un día fue descubierto. Inmediatamente fue conducido delante del Maestro Chen. Se esperaba lo peor. En efecto, el anciano parecía muy enfadado. El tono de su voz dejaba ver una cierta irritación.

   - Y bien, joven, parece que has abusado de nuestra confianza. Usted se ha introducido aquí con el único objetivo de espiar nuestra enseñanza, ¿no es verdad?.

   - Efectivamente - confesó Yang.

   - No se aún lo que vamos a hacer con usted. Mientras tanto siento curiosidad por ver que es lo que ha aprendido en tales condiciones. ¿Puede usted hacerme una demostración?.

Yang ejecutó un encadenamiento con tal concentración y fluidez que el anciano Chen quedó profundamente impresionado al ver un reflejo tan fiel de su Arte. Pero se cuidó bien de manifestar su emoción y durante un largo instante se quedó en silencio. Después declaró:

   - Sería estupido dejarlo marchar con lo poco que conoce. Mancharía la reputación de nuestra familia mostrando nuestro arte de una manera tan incompleta. Mejor será que se quede aquí el tiempo necesario para terminar el aprendizaje. !Pero esta vez bajo mi dirección¡.

Yang permaneció aún varios años en la familia de Chen, integrándose cada vez más profundamente en el Arte Supremo del Tai Chi. Después de haber recibido la bendición de su anciano Maestro, Yang volvió a su provincia natal.

En Pekín, donde decidió instalarse para enseñar su arte, no tardó en ser conocido con el nombre del "insuperable". En efecto, a pesar de otros profesores y campeones jóvenes le desafiaron a menudo, nunca fué vencido. Sus combates contribuyeron a fortalecer la reputación del Tai Chi Chuan, sobre todo porque conseguía neutralizar a sus adversarios sin herirlos jamás.

                                               http://www.ciaikido.com/

sábado, 9 de octubre de 2010

Cuentos chinos . . .

Viejo Samurai

Jingaro sentado confortablemente delante de la chimenea se encontraba rodeado por sus juveniles nietos. Había servido en el Ejército del Emperador durante largos 20 años recibiendo los más altos honores por sus meritorios servicios en los campos de batalla. Comenzó como simple soldado hasta combertirse en sabio y respetado consejero no sólo en asuntos militares sino de alta política.

Ahora, cargado de medallas y de años, pasaba las horas recordando su vida y experiencias para sus traviesos nietos, los cuales se deleitaban al escuchcar las entretenidas historias, las cuales enriquecerían su cultura y conocimiento, claro está, a manudo interrumpían a su abuelo ¡Abuelo, no puedo comprender el sentido! ¿Qué es lo que no entiendes Hana...? Replicó el venerable anciano. ¿Por qué abuelo el Samurai, confió en el otro hombre... cómo podía saber que era una buena persona... Es que algunas veces debemos usar otros caminos si queremos tener éxito en nuestras apreciaciones... Abuelo? ¿Cómo puedes conocer lo que no se puede ver?

El anciano lo tomó afectuosamente, lo atrajo hacia sí y le acarició su cabeza mientras le decía... -Cierra tus ojos, querido hijito- ordenó Jingaro-. Ahora dime ¿Puedes verme? ¡No abuelo! esclamó el niño. Pero tú sabes que yo estoy aquí, respondió Jingaro.

Los niños soltaron la risa abriendo los ojos y exclamando: -Por supuesto que lo sabíamos, nosotros te vimos antes de cerrar los ojos, además podíamos escucharte. -Pero aún sin verme u oírme, yo estaría aún aquí... respondió el anciano.

Los jovenes asintieron con la cabeza. -Y ahora, ¿díganme ¿de qué otro modo podían saber que yo me encuentro aquí?. El silencio fue la respuesta. Sólo después de transcurrido un tiempo, la voz de Hana se escuchó... "Yo creo que podría sentir que estás cerca de nosotros, abuelo". ¿Qué tratas de decirme...?, respondió Jingaro. ¡qué puedo verte aún con los ojos cerrados abuelo!. Los otros niños empezaron a reirse, pero el anciano con un gesto los detuvo. -Escuchen mis hijos. Existen muchas maneras de conocer cosas sin verlas con los ojos o escucharlas en nuestros oídos. Estas habilidades son importantes. Pero valiosas... por ejemplo, el Alma... si ustedes se esfuerzan concentrándose correctamente pueden llegar a desarrollar un nuevo tipo de visión. Entonces ustedes estarán más allá de los límites de vuestrso ojos y oídos.

Habían transcurridos varios días de aquella conversación, cuando Jingaro, sentado en su silla preferida preparaba una antigua arma; su pelo gris y cara surcada de arrugas reflejaban los años de dura labor, y aunque pasaba los 60, el viejo Samurai aún lucía el vigor y la energía de hombres mucho más jóvenes. Los quietos pensamientos del anciano fueron de imprevisto interrumpidos por los gritos de su nuera y los relinchos de numerosos caballos que se acercaban.

¡¡¿Qué está sucediendo?, preguntó secamente el anciano... ¡¿qué pasa... pero qué es lo que ocurre?, inquiría una y otra vez. Luego, dirigiendo la vista al patio, sólo vio oscuridad.

De pronto su nuera gimiento y llorando, entró al cuarto y llena de una angustia exclamó. -¡Abuelo...abuelo! Por favor, cuide a los niños... Monjiro y sus bandidos han venido a robarnos, pero no sólo se llevaron el dinero, también han tomado prisionero a Hana y han cogido a mi esposo y se aprestan a asesinarlo...Colgándose de las ropas del anciano, le suplicó ¡Debes tomar a los niños y correr trantando de salvar sus vidas!.

Jingaro comprendió que la huida no era el camino correcto, reaccionó como había sido entrenado añós atrás. Instintivamente tomó su arma que colgaba en la pared. Luego se dirigió al exterior. Aún en ese momento crucial, para el anciano fue un agrado tomar nuevamente su arma (kamahoz), de cuyo extremo pendía una cadena (Kusarigama). Jingaro escuchó los lamentos de la familia de su hijo y la terrible risa de los bandidos. El cielo estaba oscuro y caminó rápidamente al centro del patio. De inmediato las voces a su alrededor cesaron y todos dirigieron su atención hacia el anciano que erguido los observó lentamente uno a uno. ¡¡¡Viejo - exclamó en forma burlona uno de los bandidos-. ¿Qué crees tú que puedes hacer con ese arma? Los ancianos no pueden combatir ni siquiera puedes ver de noche... esa arma que traes necesita ser usada por un guerrero diestro, no por un anciano decrépito.

Jingaro, sin perder la calma, murmoró. "Tomen lo que deseen y dejen a mi familia en paz. Si ustedes rehúsan hacerlo tendré que matarlos". Dos de los hombres se acercaron ondeando sus espadas sobre la solitaria figura, pero cuando se encontraban a una distancia adecuada, Jingaro atacó con su Kusarigama y en forma simultánea golpeó a uno de ellos en el cuello con la cadena y al otro hirió mortalmente con la hoja afilada de su Kama (Hoz). Los dos hombres cayeron heridos de muerte y nuevamente la voz del jefe de los bandidos se escuchó "Así que eres un verdadero guerrero?. Lamentablemente para ti está demasiado oscuro y nos hubieras dado muchos problemas de hacer contado con la claridad necesaria. Quedamos cuatro hombres, y todos tenemos excelente vista. Preapárate a morir anciano."

Jingaro no replicó y se preparó para el siguiente ataque, escuchando cuidadosamente los movimientos de sus enemigos. Rápidamente tres de ellos tomaron posiciones rodeándole, él respondió haciendo girar su cadena; en pocos segundos el extremo de la cadena se había convertido en un peligroso proyectil que giraba a una velocidad increible. Jingaro haciendo un movimiento con su brazo hizo que la cadena alcanzara a su adversario más próximo, al cual destrozó la cara, luego saltando al costado, el veterano combatiente enrolló la cadena alrededor de la espada de uno de los bandidos y haciéndole perder el equilibrio lo atrajo hacia él, matándole con la afilada hoja de su Kama. Antes que pudiese retomar su Kusarigama, el tercer asesino asestó un terrible golpe con su espada en la espalda del anciano Jingaro, sintiéndo que el frío acero invadía su cuerpo, recorrió a sus muchos años de Yoroikumi-Uchi y volviéndose rápidamente después, con un veloz movimiento de su corta espada, terminó la técnica abriendo el cuello a su enemigo. Jingaro cubierto de sangre y mortalmente herido, se enfrentó al lider de los bandidos Monjiro, el cual expresó "Has llegado al final del camino, anciano guerrero". Luego montando su caballo cargó contra el anciano, el cual lo esperaba con su ensangrentada Kusarigama. Monjiro a medida que se acercaba blandía furiosamente su espada, pero Jingaro presintiendo el ataque, saltaba en el último instante, evitando así los terribles golpes, el caballo volvía una y otra vez, pero el anciano, el cual llegando casi al límite de sus fuerzas, dobló sus rodillas en el suelo esperando el último y decisivo ataque.

Al verlo arrodillado el bandido se acercó y levantando su espada se aprontó a descargar el último y mortal golpe. Jingaro decidido a salvar su familia y su honor de Samurai, reuniendo sus últimas energías se levantó lentamente del suelo mientras escuchaba el galope del caballo que se acercaba y en el momento apropiado evitó el ataque de la espada del bandido; luego con su cadena alcanzó el brazo del atacante derribándole del corcel y finalmente con un golpe con la empuñadura de madera de su arma eliminó al último de sus enemigos.

Jingaro permaneció parado por breves instantes saboreando su más importante triunfo en su larga y brillante carrera de guerrero. Su hijo, nuera y nietos que se habían liberado de sus ataduras, lo alcanzaron en el preciso instante que se desplomaba al suelo. Jingaro trató de ver el cielo pero solamente vió tinieblas; los nietos lloraban desconsoladamente, pero el anciano sonriendo, expresó: "Niños, por favor, recuerden lo que les he dicho, deben de tratar de ver más allá de su ojos, cierren los ojos y escuchen mi corazón".

Entonces Jingaro, ese anciano guerrero que había perdido la vista desde hacía más de 20 años cerró sus ojos por última vez.

LOS GRADOS EN AIKIDO . . .

SENTIDO Y NIVEL DE LOS GRADOS EN AIKIDO

SHODAN

SHO es el principio, lo que comienza. El cuerpo ha llegado por fin a intentar responder a las ordenes y a reproducir las formas técnicas. Se comienza a tner una vaga idea de lo que es AIKIDO. Hay que practicar o demostrar tan lento como sea necesario, pero con la máxima precisión y exactitud.

NIDAN

Al trabajo del primer Dan se le añade rapidez y potencia al mismo tiempo que se demuestra una mayor estabilidad mental. El practicante tiene la sensación de haber progresado. El jurado nota este progreso constatando una puesta en forma, una orientación del trabajo.

SAN DAN

Es el principio de la comprensión del Kokyu ryoku. La entrada en la dimensión espiritual del Aikido. La agudeza, la precisión y la eficacia técnica comienzan a manifestarse. Ya es posible enseñar a debutantes.

YODAN

En este nivel técnico se comienza a vislumbrar los principios que rigen las técnicas. Es posible remplazar ocasionalmente al profesor.

5º DAN

El arte respeta los principios y el espíritu comienza a separarse de la forma, ya no permanece prisionero del aspecto exterior de la técnica. Aparecen nuevas técnicas en función de las situaciones.

6º DAN

La técnica es brillante, el movimiento es fluido y potente. Se impone la manera evidente a aquel que mira. La potencia y la flexibilidad físicas así como la limpieza mental se unen sin ambigüedad en el movimiento y se expresan también en la vida cotidiana.

7º DAN

El ser se desembaraza de sus oscuridades y aparece en su verdadera naturaleza, manifiesta su verdadero ser, libre de toda atadura siente la alegría de vivir aquí y ahora.

8º DAN

Más allá de la vida y de la muerte el espíritu claro y abierto, capaz de unificar a los contrarios, sin enemigo, no se pelea. Sin combate, sin enemigo, es el eterno vencedor. Sin ataduras es libre, libre en su libertad O´Sensei decía: "frente al enemigo basta con que me tenga en pie, sin nada más". Su visión engloba y armoniza la totalidad, pero no se detiene ahí. Inlcuso el agua más pura puede corromperse en una charca, no hay que olvidar jamás el espíritu del debutante acometiendo su primer paso.
Algunas personas parecen pensar que vacilo al dar grados superiores al 5º Dan, por ello he intentado aquí dar una idea del sentido de estos grados como continuación a lo que ya he escrito sobre los grados del 1º al 4º Dan.
Aprovecharlo para vuestra propia práctica. Los debutantes también encontraran aquí materia de reflexión.

Nobuyoshi Tamura Sensei

viernes, 8 de octubre de 2010

TAKEMUSU AIKI ...

Lecturas de Morihei Ueshiba
(Traducción al inglés y edición: Hideo Takahashi)
(Traducción al castellano: Gustavo Romano)

El Periódico de Aikido se agrada publicar la primera de una serie de conferencias de Morihei Ueshiba, fundador del Aikido. Estas charlas fueron transcritas y editadas por Hideo Takahashi del Byakko Shinkokai y originalmente publicadas como Takemusu Aiki en 1976.
La importancia de estas conferencias como la fuente primario de material fiable en las vistas espirituales de Morihei Ueshiba, no puede exagerarse.
Los lectores ansiosos por sondear las profundidades de la filosofía del fundador, se enfrentarán a un desafío al explorar estos textos. La simbología y metáforas empleadas por O´Sensei, originadas en textos shintoístas como el Kojiki, son además influenciadas por la religión Omoto y su cofundador Onisaburo Deguchi.
Son también abundantes las referencias al kotodoma, otra creencia shintoísta incorporada en la religión Omoto, que mantiene esa primordial vibración, antes que palabras y sonidos tengan un valor intrínsico capaz de influir en la realidad física.
El significado de muchos pasajes es oscuro y por lo tanto, hemos acudido al recurso de "notas a pie de página", en un esfuerzo por asistir al lector motivado en navegar un texto tan difícil.
Quisiera agradecer sinceramente a la Sra. Sonoko Tanaka por sus diligentes esfuerzos en traducir del idioma japonés a un inglés comprensible; y por investigar el material usado en las notas a pie de página.

Periódico de Aikido 116.

(1)

Hoy, como fue pedido, intentaré describir para ustedes qué es aikido.
Aikido es el principio de continuación eterna a lo largo de todas las edades de uno y del propio sistema del universo.
Aikido es la verdad enviada desde el Cielo y el trabajo maravilloso del Takemusu Aiki. Aikido es la Vía de unión y armonía del Cielo y Humanidad. Aikido es, más aún, la Vía para cuidar de la creación entera. Aikido es el trabajo supremo de kotodoma y la Gran Vía de Purificación Universal (misogi). Aquellos que profundamente creen en esta Vía deben servir en la administración de fundar una Nación Universal.
Debemos lograr nuestras misiones como seres humanos y convertirnos en faros para la Gran Unión y Armonía de la Familia Universal. Por consiguiente, debemos entender la Verdad Universal, el verdadero estado de las cosas, y debemos lograr unidad con la mente de Dios. Debemos aprender de las manifestaciones y trabajos de Dios en este Gran Universo, y ayudar en su administración que sirve como una espada (tsurugi).
En aikido, es completamente indispensable que estemos de pie en el "Puente Flotante del Cielo" (Ame no Ukihashi). Esto es esencial para nosotros: retornar y ser unificados con Dios que es la fuente espiritual, el Padre Original.
Y debemos estar de pie en el Puente Flotante aún cuando no podamos encontrar nada más. Ante Dios debemos dejar nuestro ego y debemos librar nuestra mente de todo pensamiento y esforzarnos para ser capaces de ejecutar hechos divinos, calmando nuestro espíritu (kon) y volviendo a Dios.
El trabajo divino primario es lograr la unidad con Dios, el Creador, volver y unificarse con Dios en armonia. Podemos llevar este trabajo llevando a cabo nuestras misiones dadas por Dios y unificandonos con el Espíritu Divino, esto es, volverse uno con el Gran Universo.
Por consiguiente, debemos poner nuestro espíritu y cuerpo en orden, pero independientemente de unos de otros. Preparemos nuestro espíritu y cuerpo para mejorar en el mundo de Ki, ryu, ju y go.
Cuando establecemos los límites correctamente entre el ki, el ryu y go y los dominamos claramente, esto se llama shikishin: la habilidad de la mente de ver las cosas cual son.
Ahora AIKIDO es el nombre dado a nuestra práctica de la "Vía" para lograr unidad con el espíritu y cuerpo del Universo, y la "Vía" de unificación con la luz de armonía.
Por ejemplo, si hay algo sucio en la tierra, los insectos vienen y lo limpian. Insectos, peces, pájaros y demás animales tienen su propia "forma" de cuidar de todas las impurezas.
Como seres humanos, debemos purificarnos de todo pecado e impureza y cumplir nuestras propias misiones otorgadas por Dios.
Esto es lo que AIKIDO ofrece, y es por este propósito (dirigido a la audiencia del Baykko Shinko Kai) que tú ofreces "la plegaria por la paz en el mundo", por la cual Goi Sensei intercede. No obstante, si tus plegarias son sólo palabras, no funcionarán. Debes de hecho "vivir en oración", de otra manera no será provechoso.

viernes, 1 de octubre de 2010

Musubi. . .

El Aikido es el estudio de la sabiduría, si no podemos controlarnos y confiar en nosotros mismos - si no podemos comprendernos a nosostros mismos con claridad - nunca conoceremos ni tendremos la confianza de otros, y ciertamente seremos capaces de controlarnos. El propósito del entrenamiento del Aikido no es crear luchadores agresivos, sino refinar la sabiduría y el autocontrol.
La clave para este proceso - y el corazón del Aikido - es el musubi. Esta palabra puede traducirse como "unidad", o "interacción armoniosa". En la práctica, musubi significa capacidad para mezclarse, tanto física como mentalmente, con el movimiento y la energía de nuestro compañero. Musubi es el estudio de la buena comunicación. En cualquier interacción entre personas, existe la comunicación, tanto si se reconoce como sino. Depende de los participantes en la interacción la determinación de si la comunicación será productiva o inútil, amistosa u hostíl, verdadera o inexacta. El Musubi, conforme se refina, puede querer decir la capacidad para controlar y alterar la interacción, convirtiendo un enfoque hostil en un encuentro saludable o un ataque en un apretón de manos.

Armonia

El musubi es tanto un método de aprendizaje como un objeto de estudio. El musubi, en su refinamiento final, va asociado con la consecución de un sentido de armonía universal, y en la técnica, la capacidad de controlar encuentros para bien. Pero ¿puede alcanzarse tal habilidad obligando, coaccionando, o atemorizando a las personas para que la aprendan?. No, el musubi debe enseñarse y estudiarse de acuerdo con los principios que ejemplifica de modo que la conciencia del estudiante de Aikido pueda refinarse junto con su movimiento físico. El musubi debe enseñarse mediante una buena interacción y una orientación firme pero amable.
Aprender a responder a los atacantes con musubi es un proceso largo y difícil: ¡No luches!¡Fusiónate!El principiante no se fusionará sino que reaccionará con temor y agresión, las reacciones instintivas a la amenaza. El principiante intentará defenderse, luchando o hiriendo al atacante.
En Aikido el objetivo es domar y controlar estos instintos animales, no estimularlos. Esta es la razón, especialmente en el caso de los principiantes, por lo que a menudo usamos varios tipos de agarres como ataques. El estudiante neófito no está equipado para hacer frente a ataques verdaderos - como golpes o patadas - con calma mental ni con un movimiento físico adecuado. Los agarres permiten al principiante estudiar técnicas sin temor de que la seguridad física interfiera en el aprendizaje de las respuestas correctas. En lugar de ponerse a luchar y a competir; el estudiante pule el movimiento y la mente. El estudiante estudia el control de sí mismo, del compañero, y de la relación entre ellos. Los agarres tienen la ventaja de proporcionar contacto físico entre los compañeros de prácitca de modo que ambos puedan percibir lo que hace que un movimiento sirva. Si no hay contacto físico, a los estudiantes principiantes les será difícil explorar los mecanismos de la técnica.
La coooperación es muy importante en el entrenamiento del Aikido. Casi todas las prácticas se hacen con un compañero, y la relación entre los compañeros debe ser una manifestación de musubi. Tanto el tori como el uke tienen su responsabilidad. Mientras que el tori debe entrenarse para mezclarse con, en lugar de luchar contra, ataques, el uke debe aprender a atacar de un modo que sea apropiado para la técnica que se está estudiando y proporcionar las condiciones apropiadas para el aprendizaje.
El estudio del Aikido es el estudio de la sabiduría, y la sabiduría, en gran parte, es la posesión del sentido común. El sentido común, desgraciadamente, es mucho más escaso de lo que su nombre podría implicar. En este mundo se pierde o no se aprende nunca. El entrenamiento en musubi y en los principios básicos del Aikido implica volver a aprender el sentido común. Encontraremos evidencia de ello en los movimientos defensivos básicos de irimi y tenkan. Podemos referirnos también a estos dos movimientos como un mismo movimiento irimi-tenkan, de la misma manera que el yin y el yang son partes de un todo.
Tanto el irimi como el tenkan son movimientos que usa la gente en la vida cotidiana sin pensarlo. Imaginémos que estamos caminando por una calle en una ciudad abarrotada con el flujo general del tráfico peatonal, y vemos a alquien que viene directamente hacía nosotros, andando en la dirección contraría, ¿Nos retiraríamos rápidamente entre la gente que anda detrás nuestro para apartarnos del camino? No, seguirémos caminando hacía él y quizás nos pondríamos de lado al alcanzarle para dejarle pasar. Este es un ejemplo de irimi. Ahora imaginémos que la misma persona nos empuja al pasar junto a nosotros. ¿Lo sujetaríamos y nos apoyaríamos en él para mantener nuestro equilibrio? No, podemos girar sobre nosotros mismos para conservar el equilibrio y seguir andando. Esto es un tenkan. Ambos movimientos son ejemplos sencillos y naturales del sentido común. Cualquiera puede hacerlos, y su misma simplicidad y universalidad confirman su verdad.
Pero la persona no entrenada en Aikido que ve a alguien avanzando hacía él o ella atacando, automáticamente hace lo que sabe que es una tontería en una calle abarrotada; intentar caminar hacía atrás. Cuando un empujón es un gesto hostíl, la persona se queda inmovil o se sujeta al atacante para conservar su equilibrio. La persona pierde el sentido común y la capacidad para percibir la reacción natural. En la calle abarrotada la persona demuestra comprender el musubi; enfrentada a una amenaza, la mente retrocede hacia el temor y la agresión, y el cuerpo pierde su capacidad para reaccionar con agilidad y eficacia.
El entrenamiento en Aikido, a través de su proceso gradual y cooperativo, enseña como aplicar los principios del musubi a situaciones cada vez más difíciles. Entrena a la mente a conservar su calma y la visión a la visión a retener su claridad para que ese temor, miedo o falta de seguridad no distorsionen el movimiento de nuestro cuerpo. Entrena a nuestro cuerpo de modo que se flesible y sensible; la práctica constante proporciona al cuerpo la sabiduría de la experiencia. De este modo, el cuerpo se convierte en el reflejo y en la manifestación física de nuestra mente, el cuerpo y la mente trabajando juntos - también en la relación del musubi - nos permiten reaccionar sencilla y eficientemente y con sensatez bajo presión, en lugar de dejarnos dominar y controlar por las circustancias.
El propósito de golpear y de dar patadas en la práctica se convierte no en un intento de destruir a un enemigo sino un medio para descubrir nuestra fuerza, equilibrio, intuición y estabilidad mental, y también los de nuestro compañero. En lugar de enfrentarse unos a otros con desconfianza, temor y complejidad, nos batimos con nuestros compañeros de práctica con concentración, sinceridad y con sentido del gozo.
Otra característica importante del musubi es operar en nuestro encuentro en esa calle abarrotada. Cuando encontramos al peatón que camina hacía nosotros, nuestras reacciones reflejan y responden a las de la otra persona, en lugar de entrar en conflicto con ellas. Nuestra conjunción con el otro peatón representa un flujo continuo y suave de energía, un toma y daca de fuerza y dirección. Este es otro - y quizás el más importante - elemento del musubi, a saber, aprender a sentir y usar la unidad de energía.
Esta es la razón por la que el kokyu ho, tal como dijo O´Sensei, es el entrenamiento más fundamental en el entrenamiento del musubi. El kokyu ho no es en absoluto una técnica de lucha, sino un estudio de la relación física y del movimiento.
Por último, debemos recordar que para alcanzar el musubi en nuestra práctica debemos establecer relaciones de confianza con nuestros compañeros de práctica. Sin confianza, no podemos entrenarnos en Aikido. El bujutsu del viejo estido desarrollaba luchadores muy capaces, pero no necesariamente favorecía mentes iluminadas. La mayoría de las veces, puesto que a los estudiantes del bujutsu se les castigaba esencialmente para llegar a la perfección, desarrollaba en ellos una conciencia de desconfianza y paranoica, una mentalidad de luchador callejero. El propósito del Aikido, por contra, es elevar el espírito y refinarlo; ganar fuerza a través de la sabiduría, no de la brutalidad. Esta es la razón por la que el proceso del entrenamiento del Aikido es tan importante. Al educar gradualmente al estudiante de Aikido y refinar su capacidad para satisfascer las exigencias de un entrenamiento severo, el sentido de dicho entrenamiento cambia. Los golpes y las caídas duros dejan de ser instrumentos de amenaza, convirtiéndose en herramientas que mejoran las habilidades de los estudiantes de Aikido. La diferencia entre el bujutsu del viejo estilo y el Aikido en el efecto de la severidad del entrenamiento es como la diferencia entre el fuego descontrolado y el fuego de una forja. Uno destruye, transtoma y mata; el otro, aún siendo igual en temperatura e intensidad, mejora el mineral bruto, le da forma, y lo convierte en una cosa hermosa.

Los principios del Aikido. Mitsugi Saotome
www.kiseidojo.org

El Principio Fundamental del Circulo. . .

Conferencia pronunciada por Morihei Ueshiba.

La técnica del Aikido se organiza alrededor de un movimiento circular puesto que todo conflicto se resuelve a través del espíritu del círculo. Por ello, para la creación de la técnica del Aikido resulta vital la reacción del cuerpo y la mente al principio del círculo.
Un circulo delimita un espacio determinado, y el Ki nace de la libertad perfecta del vacío así creado. Los procesos creadores de la vida se unen, por acción del espíritu, al universo infinito a partir del centro del círculo. El espíritu es el creador, el padre eterno del que nacen todas las cosas.
En virtud de este principio, el proceso creador del espíritu es limitado. Dentro de este círculo, el ki del Universo se implica en el proceso de evolución y protección. El movimiento del Karma se inscribe en el círculo del equilibrio y el Budo del Aikido se inscribe en el de la protección. El círculo del espíritu es el manantial del ki. El principio del círculo une el espíritu a la materia a través del Aikido. Este contiene y crea innumerables técnicas porque encierra todo el ki del Universo. Sin él no podría existir la gloria, la sabiduría, la integridad, ni la posibilidad de unir espíritu y materia. Es más, las funciones de recuperación del organismo dejaría de existir. Esto es el círculo de constante renovación del kokyu.
El círculo del espíritu empieza y acaba en la unidad del Universo. El Budo del Aikido emerge del dominio de este espíritu. La esencia de este Budo es abarcar la reacción de causa y efecto así como abordar cada cosa como si uno la tuviese cogida de la mano. Todos tenéis un espíritu y debéis ser conscientes del espíritu que cada ser humano posee. Todo se resuelve a través del princpio del círculo. El secreto es crear una técnica que penetra en el corazón del espacio.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La Esencia de la Técnica . . .

EL PRINCIPIO DE UNIFICACIÓN DE LA MENTE Y EL CUERPO

La aparición de un "enemigo" se debe considerar como una oportunidad de probar la sinceridad de nuestro entrenamiento físico y mental, y ver si uno responde en realidad según el deseo divino. Cuando uno está en situación de vida o muerte ante el sable de un enemigo, debe mantenerse firme física y mentalmente y en absoluto intimidado; sin conceder a vuestro adversario la más mínima apertura, contolar su mente en un instante y movéos a donde queráis: de frente, diagonalmente, o en cualquier otra dirección apropiada. Entrar en profundidad, tanto mental como físicamente, transformar vuestro cuerpo entero en una auténtica espada y venced a vuestro enemigo. Esto es yamato-damashii, el principio que subyace en el sable divino que manifiesta el alma de nuestra nación.
En esencia, el sable es el alma del guerrero, y también es una manifestación de la verdadera naturaleza del universo; por lo tanto, cuando lo sacais, estáis sosteniento en las manos vuestra propia alma. Sabed que cuando dos guerreros se enfrentan con sables, el cuerpo y el alma de cada uno de ellos se iluminan al congregarse en un mundo que necesita deshacerse de la falsedad y del mal. Un enemigo que aparece a lo largo de la Gran Vía del arte del sable inspirado por los dioses, permite al guerrero activar principios universales y servir de ayuda a la armonización de todos los elementos del cielo y de la tierra, del cuerpo y del alma: glorias que perduran para siempre.
Nuestros iluminados antepasados desarrollaron el verdadero Budo basándose en la benevolencia, en el amor y en la sinceridad; su esencia radica en el valor sincero, en la sabiduría sincera, en el amor sincero y en la empatía sincera. Estas cuatro virtudes espirituales deberían incorporarse al sable honesto del entrenamiento diligente; forjad constantemente el espíritu y el cuerpo y permitid que el brillo del sable que transforma impregne todo vuestro ser.
Hoy en día se practica mucho deporte, y es bueno para ejercitar el cuerpo. También los guerreros entrenan el cuerpo, pero lo utilizan además como un vehículo para entrenar la mente, calmar el espíritu y hallar la bondad y la belleza, dimensiones de las que carece el deporte. El entrenamiento en el Budo cuida el valor, la sinceridad, la fidelidad, la bondad y la belleza, y da salud y vigor al cuerpo.
La Vía es extraordinariamente amplia. Desde los tiempos antiguos hasta ahora, ni siquiera los más grandes sabios han sido capaces de percibir ni de comprender por completo la verdad; las explicaciones y enseñanzas de los maestros y de los santos sólo expresan una parte del todo. No es posible para nadie hablar de estas cosas en su totalidad: lo único que podemos hacer es dirigirnos hacia la luz y el calor y aprender de los dioses, y convertirnos en una sola cosa con la divinidad mediante la práctica entregada. Buscar la iluminación a lo largo de esta orilla.

por Morihei Ueshiba

lunes, 20 de septiembre de 2010

RECTIFICACION PUBLICA

En su día, y tras la triste muerte de Sensei Tamura, me hice eco de una carta titulada "La última carta del Maestro Tamura", mi intención no era más que dar a conocer a todos un poco más de ese caracter particular que tienen los grandes maestros y en este caso el de Sensei Tamura.

Esta mañana recibo un comunicado de Luis Traver, alumno del Maestro Benedetti, en el cual me hace saber que esa carta que se está relacionando con la muerte de Sensei Tamura es de hace más de 20 años y que su viuda quiere que se rectifique y se retire la misma de internet. Gracias por confirmarme los rumores que empezaban a existir en la red y pedir disculpas a todos los que se hayan sentido molestos con la carta publicada.

sábado, 11 de septiembre de 2010

La importancia del Kamae . . .

El AIKIDO es un "arte marcial" que se rige por principios más que por técnica. El Kamae es uno de los principios fundamentales del Aikido. Tal como dijo Gozo Shioda, "el aikido empieza y acaba con el Kamae".
".
kamae

Kamae se puede traducir como postura, aunque en kanji esta palabra significa literalmente base. Ciertamente, el kamae representa una de las bases fundamentales de las que parte todo nuestro Aikido. El kamae en su sentido más amplio hace referencia a nuestra postura corporal, pero también a nuestra predisposición mental y espiritual.
El Kamae es una posición básica que persigue alinear los tres centros de gravedad (cabeza, columna vertebral y parte inferior del abdomen). Un correcto Kamae debe proporcionar una sólida sensación de estabilidad pero también debe ser natural y permitirnos una posición relajada que nos permita reacionar rápidamente y desplazarnos en cualquier dirección. Esto se consigue colocando los pies de modo que conformen un triángulo y nos permitan avanzar o girar en cualquier dirección. El triángulo es la base del aikido y también del Kamae. El triángulo representa estabilidad pero también dirección o intención y todo ello se expresa en un Kamae correcto.
El Kamae es una expresión de nosotros mismos. Nuestro Kamae muestra como nos sentimos, nuestro nivel de concentración y cuánta confianza poseemos en nuestras habilidades. El kamae como todas las expresiones corporales que engloba el aikido posee una dimensión externa e interna que interactúan. Trabajar en un kamae que nos proporcione una base sólida pero al mismo tiempo flexibilidad para reaccionar acabará ayudándonos a definir estas mismas características en nuestra personalidad. O´Sensei lo expresó de la siguiente forma: "dependiendo del tiempo, la situación, la topografía del terreno, el espíritu del momento, Kamae es lo que reside en tu corazón".
El Kamae es mucho más que la postura con la que iniciamos o finalizamos una técnica. El Kamae debe acompañarnos en todo momento y adaptarse constantemente a la situación, especialmente a la posición de nuestro oponente. Muchos sentimos que el Kamae es la parte donde nos encontramos estáticos. Sin embargo, el kamae es por sí mismo un acto de comunicación porque es lo que nos permite orientar nuestro centro correctamente a nuestro oponente. Si se pierde esta relacción, entonces nos encontraremos en desventaja porque aparecerán aberturas que nos harán vulnerables.
Algunos consejos sobre el Kamae:
- El Kamae debe ser, ante todo, natural. Adaptado a la postura de tu cuerpo y a tu forma natural de desplazarte.
- El Kamae debe proporcionarte una sensación de poder en tus caderas y piernas. Si al principio te cuesta apreciarla, ten paciencia. Esta es una sensación que se desarrolla con el tiempo. Es de esa sensación de poder que parte la potencia de tu técnica.
- El peso debe estar ligeramente desplazado hacia adelante. Piensa que conceptualmente en Aikido todo desplazamiento es en realidad un desplazamiento hacia adelante aunque a veces nos pueda parecer que retrocedemos.
- Debes sentirte estable y a la vez relajado.
- La base de nuestra estabilidad y de nuestro poder viene de la pierna trasera. De ahí surge el impulso para el desplazamiento. La pierna delantera es la que dirige nuestro desplazamiento y por eso debe estar relajada y flexible para permitirnos una rápida reacción.
- La parte superior de nuestro cuerpo debe encontrarse completamente relajada. Como el árbol, el Kamae nos proporciona estabilidad en nuestras raíces y flexibilidad en nuestras ramas.
- El estado mental del kamae es le de "atención relajada". Nuestra actitud es siempre la de alguien que espera que algo esté a punto de ocurrir pero carece de ansiedad.

"El hara, fuerza existencial" . . .

Desde el principio hasta el final de la vida, el hombre le preocupa la permanencia en este mundo. Quiere mantenerse y preservarse, lo que se traduce por un constante afán de seguridad y de estabilidad. Ha de poder, tanto afirmarse e imponerse, como defenderse. Si ha perdido el contacto con el SER supranatural encarnado en un Ser esencial, o si no lo ha reencontrado aún, necesita contar únicamente con el mundo en el que vive, y con las facultades de las que el Yo dispone, para tener la vida en sus manos.
Pero el hombre que dispone de Hara, no se fía únicamente del mundo, ni lo apoya todo en las fuerzas del Yo. Vive una doble experiencia: ha comprendido, primero que las fuerzas centradas en el Yo y dirigidas por éste, al igual que la conciencia que él tiene de sí mismo, toman su verdadero origen en otra parte, y no el Yo y, luego, que el hombre que se repliega en el terreno del Yo es, en el fondo, débil e inextable. Está bloqueando el surgimiento de una fuerza más profunda. Quién dispone de Hara se sirve, sin duda alguna, de todas las fuerzas naturales del Yo, pero ha aprendido a no apoyarse únicamente en ellas, y a preservar el nexo con la otra "dimensión", aquella de donde le vienen las fuerzas que no dependen de las circustancias, aquellas que dan libre curso a las fuerzas naturales, incluso sobrepasándolas.
El hombre que dispone de Hara, "está ahí" bien derecho. No es fácil hacer que se tambalee ni que cambie de opción. Aquel que domina la practica del Hara es también menos fatigable. Puesto que siempre logra recuperar el nexo con su centro, le es posible en todo momento abrirse a la segura fuente de las fuerzas que le renuevan.
El maestro de tiro con arco Kenran Umeji tenía por costumbre invitar a sus alumnos a tocar los músculos de sus brazos cuando tensaba el arco, cosa que no lograba nadie sino él. Sus alumnos podían entonces comprobar que sus músculos estaban perfectamente distendidos. Si cualquiera de ellos expresaba su sorpresa a este respecto, el maestro se echaba a reir diciendo: "El principiante es el único que trata de tensar el arco con su fuerza muscular; yo lo hago simplemente con el KI". Ki, o sea, con la fuerza universal, de la que participamos en nuestro Ser esencial. Con el Hara hay que aprender a sentirla, y a dejarla venir, al contrario de como se hace con la fuerza movida por la voluntad, la fuerza del "hacer".
El hombre que está en el Hara sabe también esperar. Cualquiera que sea la situación en la que se encuentre, da muestras de paciencia y siempre tiene tiempo. Puede observar con calma, sin sentirse obligado a intervenir si algo le desagrada. Cuanto más haya avanzado en la práctica del Hara, habiendo aprendido a conocer esta fuerza que le confiere la calma y paciencia, toma antes conciencia de aquellos momentos en que deja en centro "justo", cayendo bajo el influjo del Yo egocéntrico. Y, con naturalidad, y sin quererlo, recupera el centro.
El hombre que dispone de Hara, está en calma. También el Hara ejerce una virtur curativa con respecto al nerviosismo, bajo cualquier forma que se presente. Desaparece la agitación, y los ligeros movimientos involuntarios. Se podría decir que en el cuerpo se produce una reconciliación, una paz interior que no es sinónimo de falta de vida, sino expresión de una fuerza concentrada en el centro vital, fuente de seguridad, y una armonía a la vez viva, "vibrante" y apacible, de ese todo que es el hombre.
Quienes no disponen de Hara, pierden fácilmente la forma. Enseguida montan el cólera, son de salud frágil, y ante la adversidad pierden pronto su porte. Por el contrario en aquel que está el Hara, los motivos de irritación no lo prenden, o bien dan paso a una enérgica reacción que es testimonio de la fuerza que le confiere el Hara.
Extraído de "Hara, Centro Vital del Hombre"
autor: K. G. Dürckheim.

La Armonia del Amor . . .

El Aikido no es más que la manifestación de las implicaciones del amor. El amor da forma al Universo y purifica todo lo existente. El universo siembra las semillas de las que deriva todo lo existente y contiene la fuerza infinita que alimenta y permite la germinación y el crecimiento. He dado el nombre de Aiki a las numerosas leyes del Universo, productos del amor que teje este maravilloso tapíz que es la vida sobre la Tierra. La finalidad del Aikido es cumplir una misión de compasión, de protección de todas las formas de la vida y de velar por su desarrollo.
¿Cuál es la fuente de materialización de la vida en el Universo?. El Espíritu infinito y el amor son las fuentes de la vida. El Aikido es también una fuente, un camino que lleva a la armonía del hombre con el Universo. Sólo si observásemos el principio de unidad con el Kami y la humanidad se reconciliase con la naturaleza, podríamos participiar en esta búsqueda infinita de la perfección y de ese modo pondríamos fin al mal, al sufrimiento: ésta es la misión que nos confía el Universo.

Morihei_Ueshiba

Las formas cósmicas se revelan en el cuerpo humano. Debemos aprender a descubri el Universo que hay dentro de nosotros y despertar a los principios de equilibrio y amor, principios sagrados que nos ha dado el Universo. El universo se manifiesta a través de un mosaico de infinitas formas: cada una de ellas refleja su plenitud, cada una está en equilibrio perfecto con todas las demás. Así como el universo expresa el amor de muchas maneras, nosotros debemos expresar el equilibrio y la armonía dinámica del Universo a través de numerosas relaciones. A través de este proceso el Universo podrá penetrar el cuerpo y el espíritu de los hombres y así mutrirlos con verdadera fuerza.
Todo lo existente proviene de la misma fuente. Todas las cosas que pueblan la tierra son expresiones de este amor universal. El corazón del Universo late en armonía con la Creación y se inclina en reverencia ante su grandeza. Cada uno de nosotros debería esforzarse para comprender dicho ritmo y experimentar su corazón como fuente de la armonía de su equilibrio perfecto. El propósito del Aikido se ajusta al sendero del amor universal. Su enseñanza es la del Kami. Sus principios son las leyes de la armonía y el balance que gobierna la vida sobre la Tierra. Su función es unirse al corazón del Universo y del amor.
Morihei Ueshiba

viernes, 10 de septiembre de 2010

La frase del mes . . .

Más importante que la técnica es la actitud que hay detrás de ella. Estudien cuidadosamente el mensaje del AIKIDO, su propósito y su espíritu.
"Al fortalecer su corazón, al mismo tiempo fortalecen su técnica".

Motomichi Anno Sensei

jueves, 2 de septiembre de 2010

Fallece Seiichi Sugano Sensei...

El mundo del Aikido volvemos a estar de luto. Sin tiempo para recuperarnos del triste fallecimiento del Maestro Tamura Sensei, ahora le llega el turno a otro grande del Aikido: Seiichi Sugano Shihan (1939-2010) que ha fallecido el pasado Domingo 29 de Agosto.
Fundador del Aikikai en Australia en 1965 donde se establece durante un periodo de 15 años, pasando luego por Bélgica, Luxemburgo y Francia; finalmente se establece en New York a petición de su amigo Yamada Sensei en el año 1988 para formar parte del New York Aikikai.
A pesar de haber sufrido la amputación de su pie izquierdo en el año 2003, Sugano Sensei no se detuvo y valiéndose de una prótesis continuó adelante enseñando Aikido. Una grave enfermedad acabó el Domingo con su vida.
Desde este humilde Blog, nuestro más sincero pesame por su perdida a su familia y alumnos.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El significado de Sensei...

Un novato en las artes marciales aprenderá, probablemente, la palabra "sensei" antes que ninguna otra. Aprende que la persona que le ha inscrito, tomado su dinero, vendido un traje de entrenamiento, y con reputación un poco inferior al Todopoderoso, quiere que le llame "sensei".


De hecho, algunos instructores tienen el nombre cosido en su kimono o traje de entrenamiento, para aquellos que tal vez desconocen quien es la persona que allí manda. "Sensei" significa "profesor" ... y eso es todo. ¿No?.


Siento defraudaros amigos, pero nada en el "kanji" japonés indica que la palabra "Sensei" tenga que ver con la instrucción o con la idea de experto. Así de simple: "Sen" significa "antes" y "Sei" quiere decir "existencia"; es decir "nacer antes" es su traducción. Otra traducción más cercana al latín indica aquellos que son más "antiguos". Tu padre o tu hermana mayor son "sensei". En Japón, cualquiera a quien se le solicite consejo sobre un asunto en concreto ha de ser llamado "Sensei". No tiene por que ser tu instructor de Artes Marciales que te hace sudar varias horas a la semana.


El kanji para "sen" consiste en que una vaquilla (cuatro patas y un cuerno) sobre un hombre (dos piernas). El hombre guía a la vaca probablemente por medio de un anillo a través de la nariz del animal. Las expresiones de "llevar al toro por los cuernos" pueden ser aplicables aquí; el todopoderoso toro es controlado por un hombre más inteligente y débil que él, debido a que este usa la inteligencia en lugar de la fuerza bruta, utilizando la cantidad de fuerza suficiente para controlar al animal por la nariz.


"Sen" tiene otro significado en el Budo, que indica una acción antes del nacimiento de otra. La anticipación al movimiento del contrario es "Sen". Cualquier técnica que requiera iniciativa es "sen".


Veamos el ideograma de "sei", a veces pronunciado "sho". La tierra hace crecer una planta que puede dar como resultado un árbol con diferentes tipos de fruta. La vida viene de la vida y la realidad es que esto puede encontrarse en la "pureza", un significado secundario de "sei". El cielo, el hombre y la tierra están unidos en algo nuevo y valioso.


La palabra sugiere igualmente una "adivinanza eterna"; ¿Qué existe antes de la existencia? Como un budista recalcó hace mucho tiempo: ¿Cuál era la apariencia de tu cara antes de que fueras concebido? ¡Piensa sobre esto mucho tiempo y te volverás loco!.


"SENSEI" es:

Aquello que existe antes que tú, como el Arte en sí mismo, aquellos que han vivido más que tú y poseen más experiencia, aquello que unifica el cielo y la tierra, teoría y realidad y que se extiende hasta algo puro y genuino, que está en la vanguardia y en la cabeza de la vida. La persona que hace todo es "O´Sensei", "el gran Maestro" y no alguien que tan sólo "patea" y "golpea" desde hace unos años.

Brian Wilkes (Maestro de Kendo)

martes, 17 de agosto de 2010

Unificar Cuerpo-Mente

A lo largo de la historia, numerosos profesores de religión y filosofía han aportado su mensaje de verdad y han hablado del poder último de la armonía. Sin embargo, ¿por qué han resultado victoriosos quienes han entablado una lucha encarnizada contra esta armonía sirviéndose de la fuerza destructiva del Budo?. Pocos profesores y filósofos supieron expresar esta verdan con todo su ser. Sus teorías, formuladas sólo en palabras, no podrán educar sino en la mente. La verdad no es lógica.
Para descubrir esta verdad y alcanzar este poder último, es necesario emprender tres formas de entrenamiento simultáneas. Debéis entrenar vuestra mente para estar en armonía con los movimientos del Universo. Debéis entrenar el cuerpo para estar en armonía con el movimiento del Universo. Debéis entrenar el Ki, la fuerza del alma que unifica cuerpo y mente, para estar en armonía con el Universo.
Si la mente está en armonía con el Universo, las palabras deben estarlo también. Las palabras deben estar unidas con el kami. Seguidamente, los movimientos del cuerpo han de armonizarse con las palabras. Este es el secreto que el Budo me ha enseñado. Me he dado cuenta de que el cuerpo y la mente deben estar unidos por el Ki antes de incorporarse al Universo.
A través de esta milagrosa función del Ki, el cuerpo y la mente pueden unirse y, en virtud del entrenamiento, comprenderéis la verdad universal. Entonces vuestra mente será límpida y vuestro espíritu irradiará salud. Os será posible resolver todos los conflictos y convertir esta tierra en un mundo de paz. Pero si se utiliza incorrectamente esta funcion milagrosa del Ki, el cuerpo y la mente zozobran en el desorden y el Universo deviene en caos. Es esencial que mente, cuerpo y Ki estén en armonía con los ritmos del movimiento universal.
El Aikido es la Vía de la verdad. Y el entrenamiento del Aikido sirve para expresar la esencia de la verdad en la vida cotidiana. Es tuna expresión que genera el poder del Kami. Cualquier teoría en si misma es inútil, debe ser llevada a la práctica. Con entrenamiento, la fuerza de la verdad se expande a la mente y al cuerpo y el Aikido los unirá con el Universo gracias al Ki.
Morihei Ueshiba

(www.kiseidojo.org)

La frase del mes...

Si alguien pregunta qué es el verdadero Zen, no hace falta que abráis la boca para explicarlo. Mostrad todos los aspectos de vuestra postura. Entonces el viento de primavera soplará y hará que se abra la maravillosa flor del ciruelo.
Daichi Sokei

martes, 10 de agosto de 2010

Conoce a un Maestro... (Moriteru Ueshiba)

Este mes en Conoce a un Maestro, se lo dedicamos al actual Doshu Moriteru Ueshiba, hay va una pequeña biografía como introducción:

Moriteru Ueshiba, nació el 14 de abril de 1951 en Tokio. Nieto del fundador del Aikido y segundo hijo de Kisshomaru Ueshiba. Con el fallecimiento de su padre y conforme a la tradición, Moriteru Ueshiba pasó a ser el nuevo Doshu del Aikido Aikikai el día 4 de enero de 1999. Se graduó como economista en la Universidad de Meiji. El actual Doshu, fue preparado para seguir los pasos del fundador desde hace más de 20 años en donde ha estado divulgando el Aikido muy extensamente. Comenzó a estudiar Aikido cuando tenía 6 años de edad con su abuelo O´Sensei.

Antes de asumir el cargo actual, Moriteru Ueshiba sirvió como Presidente del Consejo de Directores del Aikikai y Director del Hombu Dojo (Academia Central). En 1999 con la muerte de su padre, asume la dirección como tercer Doshu, en dicha ceremonia llevada a cabo en Japón en donde se reunieron más de 2000 personas de diferentes partes del mundo.

martes, 3 de agosto de 2010

El arquero que apunta... no dispara

Dice Eugen Herrigel... "La clara realidad del blanco está más allá del blanco. Cuando el blanco no está separado de mi, puedo ver la flecha alcanzar el blanco antes de que salga."
La visualización de lo que ES, me es dada por el estado de no-pensamiento que implica un estado sin conocimiento, es decir, liberado del estorbo de las técnicas y de la fijación con el blanco. Evidentemente nos encontramos lejos del deporte que tan grato resulta a Occidente. La agudeza de una reflexión no es una toma de conciencia diversa. Aplicar toda la energía en dominar un punto es manifestar toda la realidad de ese punto, que se agranda para uno como un horizonte. "Liberese de usted mismo", dice Awa, el maestro de Herrigel. "Abandone todo lo que es; la tensión no tiene objeto".
Toda intención es en si misma un blanco que aliena el blanco último. Doy vueltas alrededor de una sola y misma realidad,... por innumerables caminos. Lo que ES, no pide más que manifestarse, brotar como una flecha o una realidad repentina. La estabilidad de las cosas está en el Ser, dondequiera que él esté. Un espíritu tranquilo puede vivir en una ciudad ruidosa. Aunque las condiciones exteriores favorecen la serenidad, la verdadera serenidad existe por si misma. Para los japoneses el hombre siempre está frente a su adversario. Cuando surge el golpe, cuando la Vida misma está amenazada, la imperturbable serenidad se llama entonces "zashin".

martes, 20 de julio de 2010

"Felicidades chicos"

Anoche día de exámenes para terminar el curso, y como no podía ser de otra manera a nadie le quedó ninguna asignatura para Septiembre. Para ser un exámen de 5º Kyu estubo bastante bien y demostraron un buen nivel.
Eduardo... Sergio... Felicidades y a seguir trabajando con la misma ilusión y constancia como hasta ahora que no hay otro secreto para progresar.

lunes, 12 de julio de 2010

Gracias por todo Maestro...

El mundo del Aikido está de luto, el Viernes 9 de Julio ha fallecido el Maestro Tamura, sin duda uno de los grandes referentes del aikido a nivel mundial. Sin duda el más carismático de todos los que han pasado por España, con todos mis respetos a todos los demás. Fiel hasta el final a las enseñanzas de O´Sensei, haciéndo sencillo y sutil lo que a todos nos cuesta tanto en este mundo del Aikido.
Nuestro más sentido pesame a toda su familia y alumnos, que son muchísimos, y a los que hemos tenido la gran suerte de poder entrenar con él recordarle como siempre ha sido, cercano, amable, humilde y siempre, siempre con una sonrisa en la cara.
GRACIAS SENSEI Y HASTA SIEMPRE.

jueves, 8 de julio de 2010

Conoce a un Maestro . . .

Este mes de Julio damos a conocer un poquito más al que es sin duda el verdadero expansor del Aikido a nivel mundial. Segundo Doshu y artifice de la estructura que actualmente conocemos todos.


Kisshomaru Ueshiba (1921-1999)


Kisshomaru Ueshiba nació en Ayabe, en la Prefectura de Kyoto, el 27 de Junio de 1921, es el tercer hijo de Morihei Ueshiba. El fundador vivía junto con su familia cerca de uno de los mas importantes centros de la religión Omoto, en Ayabe, donde era un practicante activo. Morihei también entrenó a unos cuantos estudiantes en un pequeño dojo, conocido como Ueshiba Juku, dentro de su casa. Era aquí donde el famoso Maestro de Daito-ryu, Sokaku Takeda, pasó varios meses en 1922. Morihei Sensei se trasladó, junto con su familia, a Tokyo, en 1927, donde Kisshomaru realizó parte de sus estudios. Le preguntaron en una revista en 1983, sobre cuando empezó a practicar artes marciales, él respondió "Hay un proverbio japonés que dice: Un mercader cerca de un templo pronto cantará un sutra sin enseñarselo." A mí me ocurrió lo mismo, empecé la práctica siendo aún un niño. Alrededor de 1936 empecé mi entrenamiento haciéndo de uke con mi padre, cuando iba a hacer demostraciones. Practiqué un poco de Kendo y también Kashima Shinto-ryu, un estilo muy antiguo. Ya en el Manual de Entrenamiento del Budo, publicado por Morihei, Kisshomaru aparecía en muchas fotos haciéndo de Uke.


Después de terminar el Bachillerato, fué a la universidad de Waseda y se licenció en Económicas en 1942. Fué también en esa época, a principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando Morihei, que se había ido a vivir a la Prefectura de Ibaragi, encargó a Kisshomaru la dirección del dojo Kobukan. Durante un tiempo, el dojo estaba vacío de estudiantes, y las obligaciones de Kisshomaru eran meramente administrativas. Era también en 1942, cuando el término AIKIDO se hizo oficial, siguiendo la política de estandarización de nombres defendida por la asociación Butokukai. A la pérdida de alumnos, se sumó el peligro que suponían los bombardeos a Tokyo. En una ocasión, siendo todavía estudiante en la universidad de Waseda y con la ayuda de unos vecinos apenas consiguieron salvar el dojo de un incendio en la calcinada área de Shijuku.


Inmediatamente después de la guerra, la práctica de artes marciales fué prohibida por el Cuartel General de las Fuerzas Aliadas, y Kisshomaru abrió el dojo a unas cien personas que se habían quedado sin casa después del devastador conflicto. Dividió su tiempo entre Tokyo e Iwama. Su padre se quedó en Iwama entrenando a algunos estudiantes, entre ellos Morihiro Saito. La práctica en Tokyo creció constantemente, por lo que Kisshomaru comenzó a impartir clases a gente que desconocía totalmente el arte. El mayor cambio que se produjo en este sentido fué la demostración que se celebró en el gran almacen de Takashimaya en 1956, donde, por primera vez, grandes maestros estuvieron junto a Morihei Ueshiba.


Kisshomaru escribió su primer libro, apropiadamente titulado AIKIDO (1957), junto con otras veinte obras más publicadas en intervalos regulares. El Aikido crecía constantemente, y se abrieron dojos en ciudades por todo Japón. El nombre del Aikido era conocido por la mayoría de los Japoneses, que podían, al menos, identificarlo como un arte marcial. La siguiente frontera del Aikido se encontraba fuera de Japón; y Kisshomaru empezó a enviar a grandes profesores al extranjero a abrir dojos y, aunque precedido por Koichi Tohei, él mismo viajó a EEUU, por primera vez en 1963. A mediados de los 60, un gran número de personas se apiñaban para entrenar en el Aikikai Hombu Dojo, junto con una oleada de extranjeros que iban a Japón a entrenar a la Meca del Aikido. El fundador era muy mayor para dar clases, tenía ya los ochenta, con lo que Kisshomaru, y Koichi Tohei, eran las mayores figuras en el dojo. Después de la muerte de O´Sensei, en 1969, hubo una ruptura entre el nuevo Doshu y Tohei, que era el director del grupo, el cual gradualmente se fue desarrollando y, al final, abandonó el Hombu para crear su propia escuela en 1974.


A mediados de los 70, el Aikido había crecido hasta el punto que el Doshu, y el más viejo Shihan del Aikikai, creyeron que era hora de crear una Federación Internacional de Aikido. Las Federaciones nacionales fueron reconocidas en numerosos países, las cuales estaban controladas por la Zaidan Hojin Aikikai. Doshu empezó a dar cursos por muchos países en EEUU, Europa y America del Sur. En 1977, tras una larga espera, Doshu publica un libro: Aikido Kaiso: Morihei Ueshiba. El cual es considerado el trabajo más fidedigno de la vida de su padre. Además hoy en día su propio hijo, Moriteru, es llamado el tercer Doshu de Aikidoî, y para ello la preparación del joven Ueshiba ha ido creciendo hasta el día de su sucesión.


El enfoque de Kisshomaru sobre el Aikido hace hincapié en la suavidad que rodea al movimiento. Dijo una vez que el término ìmaruî, de su apellido, simboliza el punto de vista de la esencia circular de la técnica del Aikido. En términos filosóficos, Kisshomaru resumió sus principios, respetando el arte creado por su padre, con esas palabras. Los movimientos de Aikido están en perfecta sintonía con los movimientos del espíritu. Si alguien habla sobre aspectos espirituales o derribar a tú oponente sin perjudicarlo, después de haberlo golpeado y pisoteado, no es convincente. En Aikido, entrenamos el cuerpo y la mente con movimientos suaves, que están en armonía con la naturaleza. Kisshomaru era muy activo, y hacía demostraciones y da conferencias en Japón y en el Extranjero. Normalmente impartía clases en el Aikikai Hombu tres días a la semana.



Curso Tomás Sanchez (Pedro Bernardo)

El pasado fin de semana del 3 y 4 de Julio, se celebró en Pedro Bernardo (Ávila), como viene siendo habitual desde hace ya bastantes años el Curso Nacional de Aikido impartido por el Maestro Tomás Sánchez 6º Dan y Director Técnico del Aikikai Español.



Empezamos el curso con una tormenta que avecinaba la que se nos venía encima; y es que para el que no conozca los cursos del Maestro Tomás Sánchez, les puedo asegurar, por experiencia propia, que en ellos no hay lugar para la desgana, ni para el relajamiento, ni para el escaqueo...



Nos planteó un interesante trabajo de Ushiro Waza con distintas aplicaciones (Ikkyo, Nikyo, Sankyo, Iriminage, etc), siempre con las miras puestas en los exámenes del día siguiente de 1º y 2º Dan. El trabajo intenso del Sábado se prolongó hasta las cuatro de horas de duración. El Domingo fué un planteamiento más técnico, haciendo mención especial en esos pequeños detalles que aparentamente nos parecen que no son nada y que repetidos muchas veces en el tiempo nos hacen coger esos vícios y defectos en las técnicas que luego son tan difíciles de quitar.



Llegó el momento de los exámenes, los nervios, la tensión... Pudímos ver un muy buen nivel técnico en todos los aspirantes, fruto sin duda alguna, del trabajo realizado meses antes en sus respectivos dojos. Por supuesto todos aprobaron, felicitaciones a todos ellos. Un agradecimiento muy especial para ese Maestro que cada año regala un poquito de su conocimiento, que es mucho, de este arte llamado Aikido.

miércoles, 7 de julio de 2010

El encargo de Morihei Ueshiba

Estas fueron las palabras que Morihei Ueshiba pronució a sus alumnos dos días antes de morir.
Tras incorporarse de la cama en la cual se hallaba reposando, miró a sus alumnos quienes se hallaban reunidos a su alrededor y les dijo: "No os inquietéis por este viejo. Toda vida física es limitada. El cuerpo se transforma pero el espíritu nunca muere. Muy pronto estaré en el mundo espiritual pero aún deseo proteger a este mundo. Ahora dejo esta tarea en sus manos."
Después hizo un silencio en el cual parecía estar pensando, y continuó: todos mis alumnos deben recordar que yo no he creado el Aikido. El Aiki es la sabiduría de Dios y el Aikido es la Vía de las leyes que El ha creado.

sábado, 19 de junio de 2010

Conoce a un Maestro. . .

- Nobuyoshi Tamura -



Parte III



¿Cuál es el sentido de musubi?
El Aiki es musubi. Tiene el sentido del nacimiento, de la creación. Tiene muchos sentidos y no se puede reducir a un solo concepto. Es también el musu que se encuentra en Takemusu. Pero eso aparece una unión en cualquier cosa. Por eso la mujer y el hombre se unen y nace el niño, que cualquier cosa nueva es creada. Si algo se considera diferente, único, extraño, nada se puede nacer. Eso también es lo que o-sensei quería enseñar. Decía: "Ame no ukihashi ni tatete", sostenerse sobre el puente flotante del paraíso. En aquella época me preguntaba que quería decir (risas). Hoy comprendo mejor lo que quería decir. Hay un puente entre el cielo y la tierra que se atraviesa y a ese lugar es donde debemos llegar.
El Budo es una vía de purificación. Es el misogi harai. No es una vía de la destrucción del adversario. Es una vía que está más allá de la victoria y de la derrota. Es lo que nos intentaba transmitir con la idea de musubi. La madre que protege a su hijo es el verdadero significado de Bu y tiene el mismo sentido que el Ai del Aikido. Es el contrario absoluto de búsqueda de la destrucción del otro. Evidentemente para nosotros era incomprensible. Todavía los niños pequeños no pueden entender el discurso de los universitarios (risas). Se habla de la escuela Mutekatsu de los viejos tiempos cuando practicaban los grandes expertos quienes se permitían vencer con las manos vacías. Con los otros uchi-deshi nos decíamos que para batirse muteki, sin armas todos somos iguales. La misma expresión revela un significado diferente. Sin armas y con un espíritu de fraternidad el combate no aparece y no hay vencedores ni vencidos. Recibíamos una enseñanza extraordinaria pero estábamos ciegos. Y teníamos que hacer soportar el peso de nuestra ignorancia a nuestros alumnos (risas).


Hoy hay numerosas formas de Aikido. ¿Es Algo bueno? ¿Debe ser O-sensei la referencia?

Aikido es la creación de O-sensei¡¡ El Shin Aikido (nuevo Aikido), Tamura ryu (escuela Tamura) u otro cualquiera no tiene lugar. Aikido es Aikido. El trabajo consiste en encontrar como hacer para llegar al nivel de la práctica de O-sensei. Es la misma taza de té vista de un lado o del otro, por encima o por debajo. Hoy cada uno convencido de ser el verdadero poseedor de la verdad se opone a los otros a causa de una visión parcial y va en contra de las enseñanzas de O-sensei. Tienen que abrir su corazón y entender que cualquier visión de las cosas puede ser tambien interesante. No tienen porque encerrarse en sus verdades. De cualquier forma los fundamentos deben ser siempre respetados.
¿O-sensei consideraba que el Aikido estaba ligado a otras vías tradicionales?
No hablaba de ello de manera explicita pero hacia caligrafía frecuentemente. Al principio recuerdo que no era tan terrible como se hubiera dicho de los caracteres escritos por niños. Pero un día un famoso maestro de caligrafía via su trabajo y exclamó: "Es extraordinario,¿quién a escrito esto?". Y más tarde su escritura se fué haciendo cada vez más interesante. Su caligrafía era muy apreciada. En la caligrafía se puede ver el corazón de quien la ha escrito. Un verdadero maestro reconoce el dominio de la expresión. De lo contrario es un impostor (risas). Un verdadero maestro se revela en las cías que ha escogido.
Uno de los orígenes del Aikido es el Daito ryu. ¿Cómo consiguió O-sensei evolucionar su práctica?
Al principio O-sensei enseñaba Daito ryu. Poco poco su práctica evolucionó a medida que precisaba su concepción de la vía, sobre todo influenciado por sus convicciones religiosas. Los cambios no tuvieron lugar de golpe, fueron graduales y no eran evidentes desde el exterior. Su Ikkyo podía parecer idéntico visto desde fuera pero estaba basado en una intención diferente.
¿Practicó usted otrar artes marciales antes del Aikido?
Empecé Kendo en el colegio con un amigo de mi padre que era profesor de esta disciplina y también Judo.
¿Por qué y como empezó a hacer Aikido?
Había oído hablar de Aikido y quería entrenar esta disciplina porque no estaba muy fuerte en Judo y me maltrataban. Entonces quise practicar el Budo que decían que era extraordinario para vencer a todo el mundo! (risas).
¿Cómo era uno de sus días en esa época?
Había un entrenamiento por la mañana, a las 6:30h. Como dormíamos en el dojo había que levantarse rápidamente para arreglar los futones y después hacer las faenas. Después había entrenamiento de 8h a 9h. A continuación desayunábamos. Durante el resto del día trabajábamos y por la tarde retomábamos los entrenamientos. Poco a poco el número de cursos aumentaba. Yo acompañaba también, a menudo a O-sensei en sus viajes.
¿Cómo era O-sensei durante los viajes?
Cuando cogíamos el tren se debían comprar los billetes. Evidentemente había que hacer cola. Pero O-sensei se iba sin esperar. Y tenía mucho equipaje. Había unas barreras pero nadie para un abuelo que andaba a su aire. Me entraba el pánico y era difícil verle porque era pequeño. Mal que bien, al final le encontraba y cogiamos el tren. En Tokyo, a la vuelta, hacía que los uchi-deshi vinieran a buscarle. No se podía evidentemente saber en que vagón estaba. Se sabía solamente el tren en el que venía. Esperabamos a la entrada de la estación e intentabamos encontrarle. A menudo en el momento que le encontrabamos estaba saliendo en taxi y cuando llegabamos nos sermoneaba! Todo esto nos servía de entrenamiento. O-sensei decidía súbitamente las cosas. Un día me pidió ir a buscar un t axi. Nos dirigiamos cerca de Shibuya pues quería ir a un lugar religioso llamado el Korindo. El taxista no sabía donde se encontraba el sitio y O-sensei montó en cólera. Finalmente encontró el camino y pudimos llegar. Ese día comprendí que me debía informar sobre el sitio a donde nos dirigíamos y del camino para llegar. Fué una buena lección.
¿Cuándo usted era uchi deshi donde estaba O-sensi normalmente?
En todos lados! pasaba una semana aquí y otra allá. Cuando pensabas que estaba en Tokyo, ya había salido para Osaka. Cuando creías que estaba en Kansai estaba en Iwama. Y cuando pensabas que estaba en Iwama de repente había que ir a buscarle a la estación. También iba mucho a Kyushu, a casa de Hikitsuchi Michio. Había heredado sin duda esa característica de Takeda Sokaku, enseñando una semana aquí y saliendo después para otro lugar. No era de la clase de gente que se queda quieto.
¿Tuvo momentos difíciles en esa época?
Con veinte años nada parece difícil. Si no tenias dinero entences ibas a la tienda y recogías las hojas de rábano que estaban rotas y que se iban a tirar. Los tenderos nos regalaban productos algunas veces. Yo le decía: "este plátano esta podrido, me sorprendería que lo vendiese". Y él me contestaba "es verdad, ya que te has dado cuenta cógelo". Había almacenes que han desaparecido en Ameyoko y en Uneo. Había una pastelería donde trabajaban muchas jovencitas. Después de Nochevieja los pasteles de navidad se vendían mal e iba a por ellos... Aquellos tiempos eran así.
En el Kuwamori dojo me han dicho que usted enseñana a 5º Dan cuando no era todavía 1er dan?
Si es cierto. Era uchi-deshi pero no sabia gran cosa! Se nos enviaba a enseñar aquí y allá. Tambien me habían enviado a enseñar al Ejército. Allí me encontré con Sasaki sensei. Era realmente alguien extraordinario. Cuando dejé Japón le pedí que me reemplazara durante un año en el Aikikai. Y esto ya dura más de cuarenta años! (risas).
¿Se dice que O-sensei no enseñaba los kaeshi eaza más que a los uchideshi?
Lo cierto es que no estábamos lo suficientemente entrenados como para llegar a ver lo que hacía.
¿Había todavía dojo yaburi? (desafíos)
Había tenido en el pasado, pero no tuvo nunca más. Hubo una historia bastante interesante: Haga sensei era un joven shian de Kendo y de Iaido, famoso. Era un maestro excepcional. En Japón cuando un museo compra una espada se asegura de que se trata de un sable de calidad autentica y se ke pide a los expertos que examinen el corte. Si se confía esta labor a un mal practicante el sable puede quedar irremediablemente dañado. Haga sensei era el encargado de este tipo de trabajos. Cuando en las discusiones sobre las artes marciales una persona se entusiasmaba bajo los efectos del alcohol, le propronían apoyar sus afirmaciones con un sable de verdad. Él vino a hablar al dojo. No había visto a O-sensei en el entrenamiento pero se le invitó a cenar. Entonces pensó que no era un dojo serio. Vino regularmente a comer desde que empezó a faltarle el dinero durante más de un año. El día que se mudaba a Corea vino a despedirse. O-sensei le invitó al Dojo. Le dió un bokken y le dijo: "Caminaré por el dojo, córtame cuando quieras". Haga sensei me dijo después: "Tamura, no tenía ninguna abertura y no le he podido cortar! Me ha vencido. Ser vencido de esta manera es decir que no he aprovechado nada de este año para recibir su enseñanza!."
Tengo entendido que usted practicaba el shuriken en esta época.
Sí, todos jugábamos a esto, Yamada, Kanai, Noro, Sugano, Saotome... He leído una historia a propósito del actual doshu, que fue utilizado como blanco... Ah sí, fué Noro (risas) Era muy bueno. Podía lanzar con precisión desde lejos. Yo no estaba al corriente, pero un día le pidió al Doshu que entonces era un niño de servir como blanco. Lanzaba los shuriken alrededor de él pero al final, le clavó uno en una pierna. Moriteru se puso a llorar pero Noro le pidió que no dijera nada con la promesa de que, a cambio, le compraría una gran tableta de chocolate. Pero después de tres días Noro no había cumplido la promesa y Moriteru le trato de mentiroso (risas). 40 años más tarde, Noro sensei le ha ofrecido una taza enorme de chocolate!
Recientemente Yamada sensei ha escrito que usted ha rechazado el 9º dan. ¿Por qué razón?
O-sensei nos había dicho que en Aikido era hasta 8º. Que el 8º Dan era el fin de un ciclo que nos llevaba al punto de partida. El 8 en Japón tiene un sentido positivo, su ideograma tiene una forma de apertura. Esto es lo que nos dijo. Y es lo que yo he explicado a su vez. Se me ha propuesto el 9º dan. Esto a puesto a mis dan en una situación incomoda (risas). Les he pedido que no me lo den más que a título póstumo. Desgraciadamente también les he puesto a mis dan en una situación incómoda a su vez. Ahora los practicantes más jóvenes que yo deben esperar a ser felices de llegar a ser 9º dan. Deben decirse "Por qué Tamura sempai no lo acepta?". Es que me es dificil decir a mis alumnos que algunas cosas han cambiado ahora que me ofrecen el 9º dan (risas). El Doshu está molesto y yo estoy realmente molesto. Lo único que quiero es que se olviden de este asunto.
¿Qué desea usted para sus alumnos?
El Aikido es una vía que permite descubrirse a sí mismo y construirse como ser humano con el fin de vivir una vida plena y feliz. Los alumnos son como mis niños. Espero que tengan buena salud y vivan dichosos. Que encuentren el camino de la felicidad y puedan volver sobre su vida en el momento de morir y decirse que ha valido la pena. Es lo que yo quisiera para la gente que llega al Aikido...
Gracias Sensei
(Publicada originalmente en: www.tsubakijournal.com)